Las auditorias a la Cuenta Pública 2017 terminaron por colocar la ‘lápida’ a la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional en Texcoco.
En su más reciente informe, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) expone que la gestión del proyecto y obras complementarias de la terminal aérea mostraron que no existió una visión integral para la obra.
Lo anterior, se establece, derivó en deficiencias en la coordinación entre los distintos niveles de gobierno, que provocó incumplimientos y riesgos de los efectos del mega-proyecto, tanto en lo económico, ambiental, social y urbano-regional.
Se asegura que esa obra, hoy cancelada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, será ejemplo para identificar problemas en futuros proyectos de infraestructura de alto impacto.
Sobre todo en cuanto al cumplimiento de la ley, objetivos, estrategias, prioridades, metas, costos y beneficios; la asignación de recursos, responsabilidades y tiempos de ejecución.
Por ejemplo, se hicieron ocho auditorías de desempeño y 16 de cumplimiento financiero.
Entre otras cosas se encontró que la zona tenía muy altos riesgos de inundación, riesgos para las estructuras de concreto y acero por el severo potencial de corrosión.
Además se carecía de documentación que acreditara si los inmuebles estaban sujetos a litigios, controversias o conflictos de posesión irregular.
Tampoco se mostraba si los niveles de ruido y emisiones atmosféricas se incrementarían o que se afectarían cuerpos de agua estacionales con amplia variedad de especies vegetales y animales.
“En conclusión, se identificaron deficiencias en el diseño normativo para el registro del proyecto del NAICM en el Sistema de Cartera de Inversión de la SHCP, las cuales representan riesgos para la gobernanza de proyectos de inversión…
En cuanto a la inspección, la Profepa careció de una estrategia integral de inspección del proyecto del NAICM, lo que ocasionó que desde 2014 al 2017 no inspeccionara el cumplimiento de las medidas de mitigación”, se indica.Asimismo, el proyecto de planeación del NAICM, hasta 2017, careció de un programa metropolitano con acciones de movilidad asociada a los medios de transporte público masivo, así como de sistemas integrados de transporte que lo garanticen. Por Manuel Durán jram