Los impactos urbano e hídrico del proyecto del NAIM están subestimados. El dictamen técnico presentado por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, indica que en materia urbana se tiene información “deficiente” que impide dar una evaluación seria.
En el mismo informe hay un reporte hídrico elaborado por José Luis Luege y su equipo.
Ahí se establece que no están dadas las condiciones suficientes para garantizar la seguridad, tanto de operación de la terminal, como de los municipios cercanos, sobre todo en materia de inundaciones.
Ambos análisis recomiendan profundizar en estudios y garantizar acciones para la seguridad futura del aeropuerto y la zona conurbada en el oriente.
En el mismo paquete analítico está el informe Mitre, titulado El futuro Aeroportuario de la CDMX, donde se destaca que la agencia que hizo los estudios de factibilidad técnica aérea, pero no tiene conocimiento directo sobre cuestiones hídricas o ingeniería de suelos.
Se establece que el aeropuerto en Texcoco no puede coexistir con el actual o con un aeropuerto grande en Hidalgo.
“Sin embargo, la Base Aérea Militar de Santa Lucía sí puede coexistir con un aeropuerto en Texcoco...”, se indica.
Con todo, Mitre concluye que la obra en Texcoco es tano factible como deseable, sin afectar las instalaciones militares de Santa Lucía.
El reporte de quien será el próximo titular de la Sedatu, Román Meyer, indica que con la información disponible no se puede conocer la afectación que tendrá la obra del NAIM en Texcoco y sus alrededores.
“Los impactos urbanos parecen estar subestimados. La información del gobierno federal señala que no se prevé ningún impacto en el crecimiento o decrecimiento de las delegaciones, lo que resulta poco creíble, pues el NAIM implica construir nuevas vías de comunicación y probables cambios en las normas de uso de suelo”, señala.
Además, se carece de información completa sobre el aumento de demanda por servicios públicos en las localidades receptoras de población.
En el estudio hídrico de Luege se indica que el polígono del NAIM corresponde al vaso del Lago de Texcoco, área natural de inundación.
“Convergen los principales desagües del Valle de México para dirigirse al Gran Canal y al drenaje profundo... sufre hundimientos que varían entre 20 y 40 cm por año”, se alerta.
Por Manuel Durán