MÉRIDA.- Un hospital de segundo nivel con 90 camas que debería ofrecer servicios de salud a cerca de 75 mil pobladores del sur de Yucatán nunca se terminó de construir.
El problema va más allá de la falta de atención médica: el gobierno del Estado y la empresa contratada para la edificación y operación del nosocomio se encuentran en litigio, pleito en donde están en juego más de 520 millones de pesos.
La obra del hospital de Ticul fue aprobada por el Congreso del Estado en 2012, durante el último año del gobierno de la priísta Ivonne Ortega. Los legisladores autorizaron que se construyera bajo la modalidad del Proyecto de Prestación de Servicios (PPS), es decir, que una empresa privada se encargue de esas labores y de su operación durante 25 años.
La inversión anunciada para su construcción fue de mil 173 millones de pesos, pero debido al contrato firmado con la empresa Infraestructura Hospitalaria de la Península, SAPI de CV, subsidiaria de Grupo Marhnos, relativo al tiempo y la cantidad que el Ejecutivo pagaría anualmente, la cifra se elevaría cinco veces.
Sábado 18 de Enero de 2025