VILLAHERMOSA.- El secuestro y muerte de dos niños provocó que ciudadanos de los dos municipios donde ocurrieron los hechos se organizaran para enfrentar a la delincuencia; las autoridades niegan que se trate de grupos de autodefensas.
Las comunidades de los poblados C-31 y C-41, de Huimanguillo, así como C-20, de Cárdenas, alistan rondines para evitar que personas extrañas se introduzcan a la comunidad para cometer delitos.
El pasado 9 de abril, Emilio, de tres años, fue secuestrado en una tienda que está ubicada a pocas casas de su domicilio, en la ranchería C-31, del municipio de Huimanguillo.
[caption id="attachment_275256" align="aligncenter" width="1024"] FOTO: Esecial[/caption]
Sus captores, una estudiante de enfermería de 24 años de edad, y su pareja sentimental, un joven de 18 años, lo mataron ahorcándolo debido a que su familia no logró reunir el monto solicitado por el rescate. Seis días después, fue asesinado Andrés, de dos años que fue sacado de su casa, en el poblado C-20, de Cárdenas.
Agentes de la Fiscalía General del estado detuvieron a tres personas que confesaron haber dado muerte al infante por diferencias con su padre. De acuerdo con reportes de la prensa local, los pobladores se integraron en grupos para evitar actos criminales como los ocurridos con los niños.
Los habitantes buscan evitar la incidencia de secuestros, robo de vehículos y a casa-habitación, que son los delitos que más se cometen en la región. Entre los acuerdos logrados por la comunidad se establece la vigilancia durante las 24 horas del día, con recorridos e inspección de vehículos sospechosos y la detención de personas ajenas.
[caption id="attachment_275254" align="aligncenter" width="1024"] FOTO: Especial[/caption]
Las patrullas ciudadanas están armadas de palos, machetes e incluso rifles, y tomaron la decisión de detener vehículos y personas que a su parecer representen un peligro. Las comunidades donde se ha detectado esta situación están dentro de la zona de la Chontalpa, con alta presencia del crimen organizado.