"Yo renuncio en el momento en que saquen un video mío recibiendo dinero con (Javier) Duarte. Renuncio a la postulación, a todo, pido licencia y me voy a mi casa”, lanza Cuitláhuac García Jiménez, quien busca por segunda ocasión la gubernatura de Veracruz por el partido Morena.
El diputado federal con licencia asegura que son falsas las acusaciones de panistas, quienes señalaron que su campaña a la gubernatura en 2016 fue financiada con recursos públicos, por eso los reta a demostrar que recibió dinero de Javier Duarte de Ochoa, hoy en la cárcel por delitos graves como delincuencia organizada y lavado de dinero.
Recuerda que hace año y medio pidió que se mostraran los videos que supuestamente tenían: “les dije denlos a conocer”. Y jamás aparecieron, añade.
“Quien sí se reunió en privado con Javier Duarte fue Miguel Ángel Yunes Márquez y hay evidencias. Yo reto a que muestren una foto mía, así, con Duarte, foto, ya no digas video, renuncio. Nunca estreché su mano ni lo tuve enfrente”.
En entrevista para El Heraldo México, el profesor universitario afirma que no ha “pactado” con nadie y que viene de una tradición de lucha social, que jamás va a defraudar.
Su padre Atanasio García Durán es considerado una institución en el magisterio veracruzano, con ideología de izquierda, quien llegó a ocupar una curul en el Congreso local y uno de sus hermano es músico con la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Cuitláhuac se inclinó por la ingeniería eléctrica y posteriormente por la docencia.
“Soy maestro y fueron a investigarme a la escuela, que si estaba cobrando, que si no, pero de pronto no publicaron nada, porque encontraron que era de los mejores maestros que había tenido los alumnos y que daba clases sin cobrar”, presume el precandidato.
En la elección de 2016, el morenista obtuvo 26 por ciento del total de la votación.
Su ex contrincante, hoy gobernador de Veracruz, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, le ganó en las urnas por 200 mil sufragios.
Cuitláhuac García, sin mostrar pruebas, le atribuye al mandatario estatal que pactó con algunos ex funcionarios que llama “corruptos” como Gabriel Deante (ex secretario de Trabajo y ex oficial mayor de la Secretaría de Educación), acusado de desvío de recursos públicos, pero quien sigue el proceso judicial en libertad, o con Ricardo García Guzmán, ex contralor en el sexenio anterior.
Y en el caso de los exservidores públicos detenidos, García Jiménez considera que hay inconsistencias en sus procedimientos como ocurrió con el ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, quien recientemente ganó un amparo y se tendrá que reponer una parte del proceso judicial.
“Eso es complicidad”, sostiene, mientras lamenta la actuación por parte de la Fiscalía General de Veracruz, la cual –afirma– no tiene nada de autónoma y está sometida al Ejecutivo estatal.
“Sospechosamente lo hacen mal y hacen acusaciones que no vienen al caso (...).
Si armas una acusación así de mal, o eres inepto o eres cómplice, yo creo que (Jorge) Winckler (fiscal del Estado) tiene las dos cosas”.
En seguridad pública, añade, la incidencia de delitos considerados de alto impacto ha aumentado, en parte porque no se atiende el problema de fondo: la pobreza de 2 millones de veracruzanos aunado a la falta de una estrategia y coordinación efectiva.
Por Patricia Rodríguez