Una joven de 17 años fue degollada en el municipio de Chilapa, Guerrero, y junto a ella fue abandonada una recién nacida, hija de la víctima.
Su esposo, de la misma edad, fue calcinado.
Los tres desaparecieron el miércoles presuntamente luego de que personas armadas que se identificaron como policías estatales los detuvieron.
De acuerdo a reportes del Grupo de Coordinación Guerrero, el cuerpo de la mujer fue localizado por policías estatales la medianoche de ayer en el interior de una camioneta con reporte de robo en el barrio de San José.
Junto al cuerpo se encontraba una hielera en la que estaba la recién nacida, quien fue trasladada al Hospital General de ese municipio, actualmente uno de los más violentos de la entidad.
La menor fue valorada por médicos y quedó hospitalizada para su atención médica; será el DIF municipal quien se haga cargo de ella de forma provisional.
Informes preliminares establecen que el cuerpo la víctima respondía al nombre de Azucena, quien desapareció el pasado miércoles en Chilapa junto a su esposo y su hija de una semana de nacida.
Ayer por la mañana se localizó el cuerpo de su esposo, de nombre Luis Gustavo, quien fue calcinado junto a otra persona, y en otro hecho fue encontrada la cabeza cercenada de un sujeto afuera de un negocio de materiales para la construcción.
Este jueves en conferencia de prensa familiares del joven reportaron la desaparición de al menos siete personas en Chilapa, incluida Azucena y su hija, quienes presuntamente fueron detenidos por policías estatales.
Por la noche, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que no había elementos para confirmar que la desaparición de las siete personas era real, y acusó a quienes denunciaron de pretender desprestigiar a la policía del estado.
Sin embargo, hoy por la mañana indicó que la Fiscalía General del Estado mantiene abierta una investigación “con relación a la posibilidad de que se confirme la existencia de otras personas privadas de su libertad que fue denunciado ayer para deslindar las responsabilidades que correspondan y se actúe en consecuencia”.
Finalmente, insistió en que es “inaceptable que exista el perverso interés de fabricar historias para calumniar sin fundamento a las instituciones de seguridad que están empeñadas en combatir el delito”.
POR CARLOS NAVARRETE