La XXII Asamblea Nacional del PRI abrió la puerta para que un político que no milite en el partido pueda convertirse en candidato presidencial.
La propuesta fue presentada por José Ramón Martell, ex colaborador del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y aprobada en la Mesa de Estatutos que sesiona en Campeche.
Dicha propuesta precisa que la Comisión Política Permanente del partido podrá aprobar la participación de un externo en la postulación de candidaturas a cargos de elección popular a ciudadanos simpatizantes del tricolor “cuando su prestigio y fama pública señale que se encuentran en un nivel de reconocimiento y aceptación que los ponga en condiciones competitivas de ganar”.
El ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, rechazó esa posibilidad y pidió respeto a la militancia: “La militancia está hasta la madre de las imposiciones, de que no se le respete, ahora queremos abrir al partido, ¿a quiénes?, si tenemos militantes que pueden representarnos”.
Su ex colaborador, Heliodoro Díaz, le respondió: “No vayamos por posiciones trasnochadas”.
La propuesta fue avalada en votación económica, es decir, a mano alzada.
Aunque no hubo claridad en el número de votos, el presidente de la Mesa, Jorge Carlos Marín, presidente de la Mesa de Estatutos aseguró que la aprobación se había dado prácticamente por unanimidad.
Por Nayeli Cortés