TOLUCA. Al arrancar campaña por la gubernatura, en mayo de 2011, y luego, al tomar protesta del cargo, en septiembre del mismo año,
Eruviel Ávila lanzó al menos
10 compromisos estratégicos como sello de un gobierno que pretendía “Lograr en Grande”.
En aquel arranque de campaña,
Ávila prometió dos líneas del
Sistema Colectivo Metro para el oriente mexiquense, pero ninguna logró concretar. También prometió uniformes y
útiles escolares gratuitos para educación básica; logró sólo la segunda parte, ya que los más de 4 millones de alumnos sólo vales para útiles escolares.
Ofreció “
botones de pánico” y cámaras de videovigilancia en el transporte público. A la fecha, es marginal el porcentaje de unidades que lo tienen, pues menos de
10 por ciento cuentan con este equipamiento, señalaron asociaciones de transportistas.
El secretario de Infraestructura,
Francisco González Zozaya, aseguró que de los seis mil compromisos que firmó el gobernador
Eruviel Ávila en 2011, como candidato a la gubernatura,
98 por ciento fueron cumplidos. Sin embargo, algunas de las promesas más importantes con las que abrió su gestión se quedaron en el tintero o se cumplieron a medias.
En un balance general, el funcionario aseguró que la mayoría de
obras y acciones comprometidas con el mandatario
lograron concretarse, aunque consideró que cerca de 3 por ciento de estos compromisos tuvieron que ser
replanteados debido a su inviabilidad técnica o a otros inconvenientes.
“Habrá dos o tres compromisos que tuvieron algún problema técnico;
no tuvimos terreno, por ejemplo, o cuando quisimos tener terreno, la gente en su derecho no estuvo dispuesta a vender y fue difícil conseguirlo. O bien, tuvimos un caso particular, en el que el compromiso era
construir un pozo y en el lugar, en la colonia donde se debía construir, por más que perforamos, pues no encontramos agua”, señaló.
González indicó que, ante esa situación, se ha tenido que hablar con los pobladores y buscar alternativas para ver cómo ayudarlos a cumplir su necesidad básica.
CUESTIONAN ACCIONES
Entre los compromisos de
Ávila que se dejarán a medias, está el
Mexibús número 4, que va de
Tecámac a
Indios Verdes, el cual quedará inconcluso, porque no se terminó, ni la estación-terminal en Indios Verdes, ni los carriles confinados.
En la actualidad, los autobuses entran al paradero de
Indios Verdes, con autorización del gobierno de la
Ciudad de México, pero aún no se cuenta con la terminal.
En el caso de las
125 plazas Estado de México, sólo está pendiente la de
Temascaltepec, la cual se dejará en proceso bajo la responsabilidad del Ayuntamiento.
Otra promesa de
Ávila fue “endurecer las penas contra todas aquellas personas que se atrevan a ponerle una mano encima a cualquiera de nuestras mujeres”.
Eruviel impuso la “prisión vitalicia” contra feminicidas, pero este delito aumentó 27 por ciento en su gobierno y 70 por ciento están impunes.
El gobernador prometió de igual manera duplicar el presupuesto para
seguridad y
procuración de justicia, y si bien aumentó más 200 por ciento (desde 2011), cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública indican que la incidencia delictiva en general aumentó 15 por ciento en esta administración.
Eduardo Campa Garduño, economista y maestro de la Universidad Autónoma del Estado de México, confirmó que no sólo no se redujo la incidencia delictiva, sino que el
mandatario reprobó en casi todos los frentes, salvo en educación parcialmente, pues si bien “no logró trascender como el gobernador de la educación, quizás sí como el gobernador de las becas”.
Consideró que, en general,
Eruviel Ávila es sin duda “el peor mandatario de los últimos sexenios”, ya que llegó a trabajar para sus “aspiraciones presidenciales” y no para desarrollar un proyecto para el Estado de México.
Arturo Chavarría, presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Edomex, aseguró que la gestión de
Ávila se caracterizó por “la corrupción” y la falta de “eficacia en todos los frentes y en dar resultados contundentes”, así como por la falta de obras estatales, pues las grandes que presumió no eran de él.
POR MARÍA TERESA MONTAÑO
MARIA.MONTANO@HERALDODEMEXICO.COM.MX