La organización protectora de los derechos humanos "Zeferino Ladrillero", lanzó una alerta nacional por la agresión sufrida en días pasados contra ambientalistas, que resguardaban el Paseo Tollocan para evitar la tala de 230 árboles, y que ellos denunciaron, habría sido perpetrada por policías del Estado.
El organismo, que ha liderado asuntos ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), emitió la denuncia pública correspondiente y una reconstrucción de los hechos, además de anunciar que el próximo lunes se levantarán las denuncias formales ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Los 15 jóvenes agredidos fueron presuntamente sometidos por un comando armado la madrugada del martes y cuyo modus operandi fue similar al que usan policías profesionales.
De acuerdo a la narrativa planteada en la alerta, los jóvenes activistas de #AbrazaTollocan fueron obligados a hincarse con las manos en la nuca y amagados con armas de fuego en un operativo perpetrado a las 3:39 de la madrugada del martes, por unos 30 sujetos que además –como se tiene antecedente en otros casos policíacos-, los amenazaban a gritos para que no les miraran al rostro y que pudieran ser identificados por las víctimas.
Con uso de armas cortas los ambientalistas, tres mujeres y ocho hombres, fueron sometidos boca abajo, golpeados y amenazados de muerte con armas de fuego, mientras que se es despojaba de sus pertenencias y se destruía su campamento".De acuerdo con la organización, esa madrugada tres camionetas aparcaron a un costado de dicho campamento, bajaron hombres de pantalón color caqui y otros de color negro, con chamarras y capuchas negras, portando armas cortas, y agredieron a los jóvenes del colectivo Conciencia Crítica y Acción y dos miembros del Observatorio Ciudadano de Género, todos ellos miembros activos del movimiento #Abracemos Tollocan. Derivado de lo anterior el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero exigió una inmediata y debida investigación, con perspectiva de género, así como se garantice el derecho a la integridad personal y al de la libertad de reunión y asociación previstos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. POR MA. TERESA MONTAÑO / CORRESPONSAL