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DIF de CDMX ‘pierde’ a una adolescente

NACIONAL

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Aquella noche de septiembre Cristina, de 16 años, conoció a Enrique, un diseñador 20 años mayor. Estaban en una boda y desde ese día empezó a seducirla hasta llevársela a vivir con él. Al día siguiente la madre de Cristina presentó una denuncia ante la Procuraduría capitalina que tardó dos meses en resolverse quitándole la chica al diseñador. Cristina, sin embargo, acabó en una casa hogar auspiciada por el DIF de la Ciudad de México ante el rechazo de volver con su familia. Durante seis meses tomó clases de sastrería hasta que no volvió al orfanato. Isabel, la madre, una mujer de 44 años que vive de dar clases a domicilio, estaba en el Edomex cuando sonó su celular. –¿Isabel? Le hablamos del DIF Inmediatamente, cuenta a El Heraldo de México, sintió que iba a desfallecer. –¡Qué le pasó a Cristi! –No le podemos decir por teléfono. ¡Venga personalmente!– le contestó un funcionario de la institución.  

II

Como todas las noches las niñas se juntaban para platicar sobre sus actividades del día. Eran poco más de las nueve y sólo estaban 11 de las 12 habitantes de Casa Alianza, ubicada en Coyoacán. Ese jueves faltaba Cristina, de ojos verdes grandes y cabello castaño, pero a pesar de corroborar su ausencia las dos encargadas del lugar se tardaron en avisar de manera formal al DIF. No era la primera vez que alguna de las chicas se ausentaba. Pero sus compañeras se sentían sorprendidas porque Cristina nunca faltaba.  

III

Isabel estaba furiosa. Habían pasado siete días desde que su hija desapareció y las autoridades del DIF apenas le avisaban. Se preguntaba si su Cristi estaba en peligro. Quien le informó sobre la desaparición le dijo que ya habían dado aviso al Centro de Atención a Personas Extraviadas o Ausentes (CAPEA) de la Procuraduría de Justicia. Al día siguiente fue a las instalaciones del CAPEA para saber cómo iban las investigaciones. Las autoridades ni siquiera conocían el caso. –No hay ningún expediente con ese nombre, señora. –¿Cómo qué no saben? –Pues si quiere le podemos tomar su declaración– dijeron. Habían pasado 192 horas y nadie la buscaba a pesar de que para los investigadores las primeras 72 horas son vitales.  

IV

Cristina rehuyó a encontrase con su madre. No le perdonaba que la hubiese separado del diseñador. Hasta después de dos meses de estancia en el DIF accedió a verla en la institución. En el tercer y último encuentro, Cristi le pidió que iniciara los trámites para dejar Casa Alianza y volver a su hogar. Extrañaba a su familia, más en las noches cuando algunas de sus compañeras se despertaban con pesadillas llorando o gritando. Sentía miedo y quería irse.  

V

El C5, centro donde operan las cámaras que vigilan la ciudad, rastreó los lugares donde se movía Cristina, pero no hubo noticias. El primer sospechoso era Enrique, el hombre de 36 años de edad.
Una tarde un grupo de judiciales se presentó al domicilio de él. Enrique alegó que no la había visto desde mayo, un mes antes de la desaparición, fecha en la que además la visitó en el DIF. Fue a verla en tres ocasiones durante la estancia de Cristi, incluso, lo hizo antes que Isabel. La policía no encontró ningún tipo de resistencia. Enrique hasta los dejó pasar a su casa sin que se encontrara una sola pista.  

VI

La mañana del 12 de junio, cuatro días después de la desaparición, Fabiola Martínez, jurídica de Casa Alianza, envío un email a Helio Pérez del DIF en el que avisaba que Cristina no había regresado. Al día siguiente, el DIF recibió el oficio formal y ese mismo día como encargados de la custodia de Cristina enviaron a CAPEA el reporte interno “de ausencia o extravío”. Sin embargo, el sello de recibido está fechado el 16 de junio a las 14:02 horas.
Las autoridades reconocen, en entrevistas por separado, que fueron omisas para hacer las denuncias oportunas. “Cierto es que tanto la casa hogar como el DIF compartimos la responsabilidad de todas las niñas, niños y adolescentes que se encuentran bajo nuestra tutela, pero también es cierto que en razón de la edad de Cristina ella podía transitar libremente; la decisión o egreso no planeado, pues, pudo haber sido determinación de Cristina”, dijo Mónica Ávila, procuradora de Protección de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes del DIFCDMX.  

VII

Antes de ser eliminada la cuenta de Facebook de Cris, una amiga recibió un mensaje en el que aseguraba que estaba bien. “No puedo decirte más”. Ha pasado un mes de la desaparición e Isabel sigue sin saber nada de su hija. Desde entonces se cruzan en su cabeza un montón de ideas que la atormentan. “Yo no sé si en casa hogar le hicieron algo, si la tienen encerrada, si está en coma; pienso si Enrique se la llevó o la entregó a tratantes de personas. Ya no sé ni qué”. Enrique, sin embargo, ha vuelto a declarar y dice que no sabe dónde está Cristi.
  Por Ricardo Ortiz