La colocación de 898 espacios publicitarios en la Línea 7 del Metrobús, que recorrerá Paseo de la Reforma, tendrá como consecuencia la modificación del paisaje urbano y contaminación visual de un sitio icónico en el País.
“Es increíble que una de las avenidas más emblemáticas no sólo de la ciudad, sino de México, sea destruida en cuanto a su paisaje urbano”, expresa en entrevista Jorge Carlos Negrete, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU).
De acuerdo con Negrete, Reforma era de las pocas vialidades que estaban casi libres de contaminación visual, pues sólo existen algunas vallas publicitarias y anuncios en parabuses, pero con el proyecto del corredor de transporte, la avenida más importante de la ciudad será saturada de anuncios.
El Gobierno capitalino otorgó un Permiso Administrativo Temporal Revocable (PATR) a la empresa Medios de Publicidad SA de CV que le permitirá colocar 226 espacios fijos, 148 espacios publicitarios digitales y 524 espacios publicitarios rotativos. Esto, dice Negrete, evidencia un doble discurso del Gobierno local, que se ha dicho preocupado por la contaminación visual y el ordenamiento de la publicidad exterior.
“Abre cientos de espacios nuevos para publicidad exterior, cuando es evidente que lo que menos se necesita es más contaminación visual. Es algo que se está haciendo de manera constante y permanente, como con las columnas verdes de Periférico”, agregó.
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Cuestionó que la publicidad en el Metrobús es un negocio lucrativo que favorece a dos o tres empresas: “No creo que hicieran esto en los Campos Elíseos, en París, la avenida principal de la ciudad, que sería el equivalente de Reforma”, comparó.
La exposición a tanta publicidad produce estrés, irritabilidad, además de que las pantallas o luces pueden causar deslumbramiento a los conductores y, con ello, un accidente vial.
Es la cuestión del mobiliario urbano que se colocará para los espacios publicitarios uno de los temas por los que el Instituto Nacional de Antropología e Historia no ha otorgado los permisos totales para que se concluyan las obras de la L–7.
De acuerdo con el PART– otorgado el pasado 27 de abril– la empresa que lucrará con los espacios publicitarios pagará anualmente 11.5 millones de pesos como contraprestación al Gobierno capitalino.
Por Lizbeth Gómez de Anda