Robo de coladeras cuesta millones a CDMX

El robo de tapas de coladeras en la capital representa una pérdida millonaria para la autoridad, pero sobretodo un agravio a la ciudadanía que padece ese delito en llantas ponchadas, golpes en sus autos, caída de peatones y accidentes en ciclistas. De acuerdo con información del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) se han tenido que desembolsar 114.1 millones de pesos entre 2012 y agosto de 2017, por 12 mil 513 piezas que han sido robadas. El director del Sacmex, Ramón Aguirre Díaz, resaltó que el organismo a su cargo buscará a las autoridades del Estado de México, así como las de la CDMX, para endurecer penas contra los compradores. “Estamos viendo que, en términos metropolitanos, se sancione muy severamente a quien compra el material, producto del robo de tapas (...) es muy diferente el que la roba que el que la compra, tiene una capacidad económica diferente”, sostuvo. “En el robo de una tapa hay un agravio muy fuerte a la ciudadanía, porque el riesgo de una coladera sin tapa es altísimo”. En noviembre de 2015, un bebé de cinco meses murió, por la ausencia de una tapa. Su madre lo trasladaba en una carriola sobre Zaragoza; el vehículo se atoró en la coladora y por ello el menor cayó al drenaje. Aguirre pidió que las sanciones “tienen que ser más fuertes”. Este diario realizó un recorrido en centros de chatarra de la CDMX y el Estado de México, donde, en algunos casos, por cuestiones de legalidad, descartan comprar este mobiliario urbano. Sin embargo, quienes arriesgan, pagan por kilo entre 3 y 4 pesos. En caso de quien robe el brocal completo, que pesa 60 kilos, obtendría como máximo 240, mientras que al Sacmex le cuesta reponerlo 9 mil 309.31. Tras la muerte del bebé de cinco meses, legisladores locales dieron inicio a una propuesta para atacar el ilícito. Fue en diciembre de 2016 que la ALDF aprobó la iniciativa presentada por el coordinador del PRI, Israel Betanzos, con el propósito de sancionar de dos a seis años de prisión a quien robe tapas las alcantarillas. Tras esto, los promedios mensuales en los robos decrecieron. En 2016, mensualmente se perdían cerca de 130 artículos de este tipo, ahora en este año la media es de 113. “Me da gusto que funcione esta medida cautelar. Comercializarlo en la calle lo devaluaba y la propuesta ha sido útil”, sostuvo Betanzos.     Por Carlos Navarro
Temas