El Papa Francisco inició un nuevo ciclo de catequesis titulado “El Espíritu y la Esposa. El Espíritu Santo guía al pueblo de Dios hacia Jesús, nuestra esperanza”, definió a la Iglesia como la Esposa y añadió que será un recorrido por las “tres etapas de la historia de la salvación, “el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y el tiempo de la Iglesia”.
“El Espíritu hace la armonía, la armonía en la vida y la armonía en el mundo. En otras palabras, es Él quien hace que el mundo pase del caos al cosmos, es decir, de la confusión a algo bello y ordenado”.
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Ante miles de fieles y peregrinos reunidos esta mañana en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice dijo que el Apóstol San Pablo habló de la relación del Espíritu Santo y la Creación como un universo “que gime y sufre como con dolores de parto”
“El Apóstol ve la causa del sufrimiento de la creación en la corrupción y el pecado de la humanidad que la ha arrastrado a su alejamiento de Dios. Esto sigue siendo tan cierto hoy como entonces. Vemos los estragos que la humanidad ha causado y sigue causando en la creación, especialmente en la parte de ella que tiene mayor capacidad para explotar sus recursos”.
El Santo Padre puso de ejemplo a San Francisco de Asís para encontrar la “armonía del Espíritu” a través de la “contemplación y la alabanza”
“Se trata de anteponer la alegría de contemplar a la alegría de poseer. Y nadie se ha alegrado más de las criaturas que Francisco de Asís, que no quería poseer ninguna de ellas”.
Caos interno
Francisco pide curar el caos interior de cada persona para poder curar el exterior.
“En torno a nosotros podemos decir que existe un caos externo, un caos social, un caos político. Pensemos en las guerras, en tantos niños y niñas qué comer, en tantas injusticias sociales. Este es el caos externo. Pero hay también un caos interno, interno dentro de cada uno de nosotros”.
“El primero no puede curarse si no empezamos a curar el segundo. Hermanos y hermanas, hagamos un buen trabajo para hacer de nuestra confusión interior, una claridad del Espíritu Santo, es la potencia de Dios la que hace esto y nosotros abrimos el corazón para que Él pueda hacerlo”.
dhfm