Un joven soldado de 23 años de edad huyó a territorio de Corea del Norte, posiblemente para escapar de las sanciones que enfrentaría en Estados Unidos por una agresión ocurrida en Corea del Sur.
El pasado 18 de julio, el soldado raso Travis King aprovechó que se encontraba en medio de un tour en la ciudad surcoreana de Panmunjom para escapar corriendo hacia territorio de Corea del Norte, mientras se burlaba de sus compañeros.
“Pensé que era una travesura para TikTok o una payasada así de estúpido, pero él no se detuvo. Escuché a los soldados estadounidenses gritar que lo detuvieran, le decían que volviera y un montón de ellos corrieron para alcanzarlo, pero iba muy rápido”, señaló a la cadena CNN Sarah Leslie, una turista que atestiguó la huida.
Poco tiempo antes, King había estado preso en Corea del Sur luego de protagonizar una pelea en un centro nocturno de Seúl durante octubre pasado, por lo que tuvo que pagar una multa de 3 mil 950 dólares y varios meses de reclusión.
En el último día libre antes de ser regresado a Estados Unidos, donde podría ser sometido a un juicio militar por sus acciones en territorio surcoreano, el joven tomó un tour guiado por algunas zonas de Panmunjom, lo que aprovechó para huir al país vecino.
Un problema diplomático
De acuerdo con diversos medios estadounidenses, Travis King es el primer ciudadano de dicho país que se mantiene en cautiverio en Corea del Norte en los cinco años más recientes, lo que es un reto para la diplomacia de ambas naciones, cuyas relaciones se han tensado en días pasados.
“El Pentágono se puso en contacto ayer con sus homólogos en el Ejército Popular de Corea del Norte. Según tengo entendido, las comunicaciones no han sido respondidas", apuntó el vocero del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller.
La deserción de King no es la primera que se registra en las fronteras de las dos Coreas. En 1962, Larry Abshier se convirtió en el encargado de inaugurar una lista no muy larga de estadounidenses en territorio norcoreano.
Los nombres de James Dresnok, Jerry Parrish, Charles Jenkins y Roy Chung se sumaron a una lista que fue ampliamente publicitada por el régimen norcoreano como grandes victorias ideológicas sobre su acérrimo rival.