Los incendios forestales que golpean el centro sur de Chile desde hace una semana, amenazan ahora con propagarse a otras regiones, lo que aumenta el desafío de los más de cinco mil 600 bomberos, la mayoría de ellos voluntarios, que luchan contra las llamas.
Las autoridades declararon la alerta roja en sectores de la sureña región de Los Ríos, por un fuego que afecta a los municipios de Corral y Valdivia.
Temen que nuevos focos se generen en O'Higgins y la región de Santiago, más al norte, a raíz de una nueva ola de calor extremo, con temperaturas que superarán los 37 ºC el próximo viernes, según los pronósticos.
"Se puede generar una situación muy compleja desde lo climático. Por lo mismo hay que preparar todos los equipos ante la eventualidad", afirmó ayer el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Según el último balance, se mantienen 301 focos activos, 81 se están combatiendo.
Al menos 26 personas perdieron la vida y dos mil 180 resultaron heridas por los incendios en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, declaradas en estado de catástrofe por el gobierno.
Desde que inició la actual crisis, las llamas han consumido más de 290 mil hectáreas y arrasado mil 150 viviendas.
A consecuencia de los incendios, se declararon emergencias y preemergencias por la nube de humo que cubre.
Detuvieron a 15 personas por su posible responsabilidad en el comienzo de los fuegos.
Chile anunció la llegada en próximas horas de brigadistas desde Colombia y México.
AFP y AP
LSN
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