Un hombre identificado como Aídas J. fue arrestado por segunda vez este año por el mismo motivo: fingir un infarto para no pagar la cuenta en un restaurante. Sin embargo, no era la primera ocasión que esto ocurría, ya que previamente había sido detenido al menos otras 20 veces, por lo que, tal como lo dieron a conocer los medios españoles, el sujeto se había convertido en el terror de los restaurantes. Por este motivo, Aídas, quien actuaba como si tuviera un infarto cuando era la hora de pagar, había recibido el apodo de "gastrojeta".
Han sido las autoridades de España las responsables de arrestar a uno de los hombres más buscados por los restauranteros del país ibérico, a quien no solo tenía muy bien identificado sino también fichado, ya que en al menos 20 ocasiones ya había sido detenido por el mismo delito. pero, ¿cómo fue esto posible? Según varios testimonios recabados por la policía y citados por algunos medios informativos de España, el hombre de 50 años era originario de Letonia y “se hacía pasar por un típico turista ruso” antes de realizar un "considerable" consumo para enseguida fingir un infarto e intentar irse sin pagar.
¿Cómo era el modus operandi de Aídas J.?
El ahora acusado fue identificado como Aídas J., originario de Lituania pero residente de la ciudad de Alicante, según la agencia española EFE, el hombre fue detenido por primera vez en noviembre del 2022 debido a sus estafas y hace un mes, el 19 de septiembre, lo volvieron a arrestar.
Su más reciente objetivo fue el restaurante "El Buen Comer", restaurante localizado en el distrito histórico de Alicante, en donde pidió una lujosa cena: una paella de mariscos y dos whiskies, una cuenta de alrededor de 40 euros (unos 800 pesos mexicanos). Una vez que terminó su comida, Aídas intentó irse pero un empleado lo detuvo a tiempo y le dijo que no se podía ir sin pagar.
El hombre le respondió que tendría que regresar al hotel para buscar más dinero ya que lo que tenía en ese momento no le alcanzaba para saldar la cuenta, enseguida indicó que comenzaba a sentir mal y, acto seguido, se desplomó en el piso mientras aparentemente le “daba un infarto”.
El hombre se aprovecha del sistema judicial de España
“Fue muy teatral, fingió desmayarse y se tiró al piso”, declaró Moisés Doménech, dueño del restaurante, al ser entrevistado por el rotativo inglés "The Sun". Una vez que se percataron del engaño, el personal del local llamó a la policía. A su llegada, los agentes lo reconocieron de inmediato debido a sus arrestos anteriores, ya que había aplicado la misma estrategia en al menos 20 ocasiones.
Un abogado contó al medio británico que, a pesar de que varios restaurantes se unieron para poner en marcha una denuncia penal, es inútil darle seguimiento. “Se ha aprovechado del sistema judicial, con multas impagas tan pequeñas es difícil conseguir una pena de prisión más larga”, explicó.
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