El primer ministro de Perú, Aníbal Torres, anunció ayer su renuncia "por razones personales" y puso su cargo a disposición del presidente Pedro Castillo, lo que provocará una reorganización en el gabinete en momentos en que el mandatario es investigado por casos de corrupción.
"Agradezco la confianza depositada en mí, primero como ministro de Justicia, y luego como premier", agregó en la misiva publicada en Twitter.
Castillo, quien según la ley puede aceptar o rechazar la renuncia, no ha realizado ningún comentario al respecto.
Cabe destacar que Torres, que asumió el cargo en febrero, es el cuarto jefe de gabinete en dimitir en medio de las polémicas que envuelven al Presidente.
La renuncia aumenta la incertidumbre política en Perú, cuyo mandatario tiene cinco indagaciones en su contra –incluidas algunas por presunta corrupción y hasta por el supuesto plagio de su tesis de maestría–. La víspera el gobierno ratificó a un experimentado policía para dirigir un equipo que busca a prófugos del círculo presidencial.
Es tradición en Perú que todos los ministros pongan sus cargos a disposición del Presidente cuando dimite el primer ministro, quien es el encargado de la coordinación entre los miembros del gabinete y de llevar las relaciones del Ejecutivo con los otros poderes del Estado.
Los 19 ministerios del Ejecutivo han sido ocupados 59 veces, una muestra de la inestabilidad que ha caracterizado al gobierno de Castillo, quien sobrevivió dos veces a pedidos de destitución. Si el mandatario acepta la renuncia de Torres tendrá que nombrar a un quinto premier.
En tanto, la fiscal general, Patricia Benavides, acudirá hoy al Palacio de gobierno para interrogar a Castillo sobre el presunto tráfico de influencias en el ascenso de militares de alto rango.
CAR