El eurodiputado por Ciudadanos (Cs), Jordi Cañas, explicó cómo las sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania han provocado un desabasto de energéticos en la Unión Europa y detalló las medidas urgentes que han tomado para amortiguar el problema.
Desde España, Cañas dijo a El Heraldo de México, que la crisis de energéticos en Europa en parte es culpa del Parlamento "porque presionó a la Comisión (Europea) para que adoptara las sanciones más duras contra Rusia, que incluyen el embargo de petróleo y de gas".
"Aunque la Comisión no haya impuesto la retención de gas, sí fomentó la respuesta de Moscú en las limitaciones de suministros, son consecuencias de una medida que tiene que ver con una realidad, Europa estaba pagando la guerra a Rusia a través de sus importaciones", resaltó.
También –dijo– que es cierto que esa decisión ha provocado una situación muy compleja, dado que una parte de Europa depende de esas importaciones de gas ruso y no tenía capacidad de alternativa que le permitiera importar como sustituto gas licuado, eso ha "requerido el uso de reservas estratégicas, que preocupa de cara al invierno".
Cabe destacar que la interrupción de Rusia al envío de gas es por mantenimiento en las estaciones y los retrasos en las entregas de equipos clave, debido a las sanciones, lo que paraliza los flujos en más de 50%.
En tanto, la gigante energética Gazprom ha cortado 60% del suministro del gasoducto Nord Stream 1, el ducto de gas natural más grande de Europa y que pasa por el Mar Báltico, de Rusia a Alemania. Italia ha visto su abastecimiento reducido a la mitad.
"El problema es que Alemania activó en su momento un proceso para eliminar sus plantas nucleares y se había convertido en un gas dependiente de Rusia", explicó Cañas.
Dijo que la crisis de desabasto energético deja varios aprendizajes: "Uno no puede depender de un actor no confiable menos en materia energética; la UE tiene que tener capacidad de suministro redundante; acelerar los procesos de descarbonización, que le permitan dotarse de una parte importante de esa materia, a través de lo renovable".
Por consecuencia, algunos países como Alemania y Polonia están retomando el carbón para complementar el déficit energético, pero esas acciones a su vez van en contra de los Acuerdos de París, agregó.
El problema del gas en Europa es que no tiene disponibilidad, "España e Italia sí, porque le compran a Argelia", aclaró. "Hay una crisis que no se ha podido resolver, pero sí mitigar con menos consumo eléctrico".
"Nadie sabe cómo va acabar esto, pero hay que prepararse para una guerra larga y, por lo pronto, buscar alternativas, las cuales tienen que estar ya, porque el problema está llevando a los países a replantear el no cerrar las plantas de energía nuclear", señaló.
El político español dijo que es prioridad el calendario para ir abandonando las energías fósiles, un reto ambicioso, pero posible, aunque marcado por una limitación de suministro y por una necesidad de buscar alternativas rápidas.
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