Se reactivó el debate sobre Lia Thomas, nadadora trans de la Universidad de Pensilvania, luego de que un médico concluyó que la joven de 22 años cuenta con ventaja deportiva injusta en comparación con sus colegas.
Dos médicos de la prestigiosa Clínica Mayo han expresado su preocupación: “Hay un aspecto social para el deporte, pero la fisiología y la biología sustentan que (ella tiene) testosterona equivalente al gorila de 800 libras”, declararon para un artículo del The New York Times.
Según la publicación, los especialistas Michael J. Joyner y Ross Tucker concluyeron que el haber consumido supresores de testosterona no elimina la ventaja deportiva, pues la evidencia competitiva apunta a que Lia sigue siendo demasiado superior.
Si bien las hormonas redujeron sus niveles de testosterona, los expertos dicen que un año o incluso 4 años de terapia no son suficientes para revertir lo que le sucede al cuerpo adolescente masculino.
Por su parte, Lia Thomas respondió que las mujeres trans “no son una amenaza para el deporte femenino“.
“Transicionar para obtener ventaja deportiva no es un factor para nuestras decisiones. No necesito el permiso de nadie para ser yo misma y practicar el deporte que amo”, declaró la deportista en el programa Good Morning America.
Lia Thomas señaló que hizo la transición para ser feliz, no para tener ventaja y ganar títulos de natación. Asimismo, reveló que cuando comenzó a tomar la terapia de reemplazo hormonal inmediatamente se volvió más lenta en el agua.
“No soy una experta médico, pero hay mucha variación entre las atletas cisgénero. Hay mujeres cis que son altas, musculosas y tienen más testosterona. ¿Eso también debería descalificarlas?”.
Haciendo caso omiso de los comentarios de los médicos, Lia espera competir próximamente en los Juegos Olímpicos.
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