Shanghái ordenó a sus 26 millones de habitantes que se sometan a dos rondas más de pruebas para detectar el COVID-19, mientras crece el enfado entre la población por la forma en que las autoridades están abordando el alza de casos.
Los residentes se autoanalizaron ayer usando kits de antígenos e informaron de cualquier resultado positivo, dijo el gobierno, mientras que hoy se realizarán una prueba de ácido nucleico.
"La tarea principal es eliminar por completo los puntos de riesgo y cortar la cadena de transmisión para que podamos frenar la propagación lo antes posible", dijo Wu Qianyu, inspector de la Comisión Municipal de Salud de Shanghái.
Toda la capital financiera de China fue confinada, tras una restricción a la circulación en los distritos orientales el lunes pasado.
El bloqueo de Shanghái ha perturbado la vida cotidiana y los negocios, mientras el personal sanitario y los voluntarios trabajan sin descanso.
La mayoría de las infecciones en la ciudad han sido asintomáticas, pero el enfoque de "eliminación" de China exige a las autoridades que analicen, rastreen y pongan en cuarentena de forma centralizada todos los positivos.
ALEMANIA DETECTA FRAUDE
Un hombre de 60 años en Alemania al parecer se vacunó varias veces contra el COVID-19 con el fin de obtener constancias de vacunación y venderlas a personas que rechazaban ser inoculadas, informaron autoridades.
El hombre, de la ciudad de Magdeburgo y cuyo nombre no fue divulgado por las normas de privacidad, al parecer recibió unas 90 dosis en los centros de vacunación en el estado de Sajonia antes de que la Policía lo detectara hace pocos días, reportó la agencia de noticias dpa.
PAL