WASHINGTON. Las elecciones del martes en Estados Unidos fueron calificadas como extraordinarias y aun desusadas por expertos ante lo que cada vez mas parece un triunfo demócrata contra corriente.
Hace una semana los republicanos creían estar en vísperas de una marejada política que los pondría en la mayoría de ambas cámaras del congreso y puestos diversos en gobiernos estatales.
El viernes por la noche, tres días después de la votación, el control de ambas cámaras del congreso seguía en el aire, y de hecho cada vez parecía más viable que los demócratas logren mantener sus actuales 50 senadores para retener así, con el voto de la
vicepresidente Kamala Harris, la mayoría en la cámara alta.
Hay tres escaños senatoriales por adjudicarse: en Arizona se creía que la reelección del demócrata Mark Kelly era ya casi segura, y buenas posibilidades de triunfar en Nevada - aunque la demócrata Catherine Cortez Maisto está en desventaja- y Georgia, donde habrá una segunda vuelta el seis de diciembre.
Una veintena de escaños en la cámara baja seguían sin adjudicarse, y los demócratas soñaban con una matemáticamente posible victoria, aunque estaban a una veintena de los 218 escaños necesarios mientras los republicanos, con 217 ganados estaban a solo siete de la mayoría.
Los demócratas tenían también derecho a cantar victoria ante su éxito en las elecciones para gobernadores estatales, donde lograron incrementar a 23 el total de estados bajo su control -54 por ciento de los estadounidenses, dice el gobernador Roy Cooper, de Carolina del Norte- al arrebatar dos a los republicanos.
El éxito aparente se debió menos a la popularidad del presidente Joe Biden, que está alrededor de cuarenta por ciento, que a la reacción ante propuestas "extremistas" del partido republicano.
De hecho, el expresidente Donald Trump parece ser el blanco de acusaciones y señalamientos como responsable de la selección de candidatos con mala agenda o mensaje negativo, y por tanto de lo que se considera como una debacle.
De acuerdo con un creciente número de encuestas y analistas, los temas que preocupan a los votantes fueron democracia y aborto.
"A diferencia de las típicas elecciones intermedias, estos problemas fueron impulsados por las acciones del partido fuera del poder", escribió el influyente analista Nate Silver, al recordar que hace pocos meses los republicanos lograron "el éxito político más importante de los últimos dos años: la anulación de Roe v. Wade", la medida que hace 50 años había legalizado el derecho al aborto.
Los republicanos lograron avances en estados tradicionalmente considerados como demócratas, como en Nueva York, pero los demócratas tienen derecho a sentirse optimistas: más del 55 por ciento de los votantes entre 18 y 30 años los favorecieron.
MAAZ