Rusia lanzó ayer ataques aéreos que cortaron los suministros de agua y electricidad a centenares de miles de ucranianos, como parte de lo que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, describió como una campaña para dejar al país sumido en el frío.
El mandatario aseguró que casi la tercera parte de las estaciones eléctricas ucranianas fueron destruidas en la última semana, "provocando apagones masivos en la nación".
Incluso, lejos de las líneas del frente, los servicios básicos ya no están garantizados.
Más de mil 100 ciudades y poblados de Ucrania se hallan privados de electricidad, después de más de una semana de bombardeos rusos, muchos de ellos dirigidos contra infraestructuras del país, informaron fuentes oficiales ucranianas.
La última ciudad afectada fue Zhytomyr, donde se ubican bases militares e industrias. El alcalde dijo que las reparaciones devolvieron la electricidad a algunas casas, pero 150 mil personas seguían sin luz.
En Kiev, el lanzamiento de misiles dañó dos instalaciones eléctricas y mató a dos personas. El ataque dejó a 50 mil personas sin electricidad.
Por otra parte, el Ejército ruso anunció que prepara la evacuación de los habitantes de la ciudad ucraniana de Jersón, ante una contraofensiva que no le da respiro.
ENVIARÁN MÁS DRONES
Irán prometió a Rusia misiles de tierra, además de más drones, dijeron a Reuters dos altos funcionarios y dos diplomáticos iraníes.
El acuerdo se alcanzó el 6 de octubre, cuando los políticos visitaron la capital rusa para mantener conversaciones sobre el tema.
En tanto, Estados Unidos trabaja "de cerca" con Ucrania para proporcionarle "lo antes posible" armamento y "defensas antiaéreas" para protegerse de los ataques con drones.
MAAZ