La variante Ómicron supone ya 95% de los casos de COVID-19 en Estados Unidos, donde los contagios se han doblado en la última semana, anunciaron ayer las autoridades sanitarias.
La directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, dijo que la media de casos al día en la última semana fue de 491,700 contagios, "un incremento de 98% respecto a la semana previa".
Tan solo el lunes se registró más de un millón de nuevos casos en el país, aupados por la expansión de la variante Ómicron.
El gobierno de Hong Kong anunció que prohíbe la llegada de pasajeros de vuelos procedentes de Australia, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, India, Pakistán y Filipinas para frenar la ola de contagio por Ómicron.
Entre las medidas anunciadas en Hong Kong está la prohibición de eventos multitudinarios y el cierre de 15 tipos de comercios, entre ellos los bares, discotecas, gimnasios y centros de belleza.
MACRON, EN PROBLEMAS
Una sola frase bastó para crispar el ya tenso debate en Francia sobre el pasaporte de vacunación: las ganas del presidente Emmanuel Macron de "fastidiar" o "joder" a los no vacunados, según las distintas acepciones del verbo "emmerder", que la oposición considera indigno de un mandatario.
Su frase en el diario Le Parisien dejó clara su intención de hacerle la vida imposible a quienes están todavía sin inmunizar, unos cinco millones en todo el país, que con la aprobación de ese pasaporte verán vetada su entrada a bares, restaurantes y lugares
de ocio.
PAL