Las protestas de los movimientos antivacunas derivaron este fin de semana en disturbios en algunos puntos de Alemania, mientras sigue al alza la incidencia acumulada y a la espera de que en unas semanas se alcance el pico en la ola de contagios vinculados a Ómicron.
Los disturbios se generaron al término de una marcha de varios centenares de personas contra las restricciones por la pandemia y contra los planes del gobierno alemán de implantar la vacunación obligatoria.
Ya a última hora, se separó un grupo de unos 50 manifestantes, que tras romper el cordón policial, irrumpieron en una clínica universitaria, aunque fueron repelidos poco después por la Policía.
En varios puntos de Alemania se registraron otras manifestaciones con un gran número de personas y un total estimado de cuatro mil 500 participantes, según la televisión pública ARD.
La mayor concentración fue en Zwönitz, ciudad del "Land" de Sajonia, como Leipzig, donde según fuentes policiales marcharon unas mil 200 personas.
Por su parte, el líder de la Iglesia Cristiana Ortodoxa de Chipre anunció que suspenderá a 12 sacerdotes de su diócesis por desoír la orden de ponerse la vacuna contra el COVID-19.
El arzobispo Crisóstomo II declaró que la mayoría de los curas en cuestión son también teólogos que han presionado a algunos fieles a rechazar la inoculación.
Asimismo, calificó la insubordinación como "inaudita" y advirtió que la suspensión podría llegar a ser de seis meses e incluso terminar con la destitución.
PAL