A cinco años de los acuerdos de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, expertos señalan que está fragmentada, y con una débil implementación de los puntos surgidos en éstos, pero reconocen que su principal éxito ha sido la desmovilización y paso a la vida política de la mayor y más antigua guerrilla de América Latina.
En ese sentido, el doctor Humberto de la Calle, máximo responsable para negociar la paz en tiempos del presidente Juan Manuel Santos, dijo a El Heraldo de México que “hay que reconocer que el próximo año, el proceso electoral va a ser un momento trascendental. Es posible que triunfe un gobierno que actúe de manera vigorosa en el cumplimiento del acuerdo.
"Pero también puede haber un gobierno continuista que siga manteniendo reticencias y mostrando obstáculos a ese proceso.
“Pudiéramos decir que el cumplimiento ha sido parcial. Creo que la implementación de los llamados planes de desarrollo con enfoque territorial ha marchado en medio de restricciones, algunas de ellas de carácter fiscal. Pero lo que me preocupa es que es un programa dirigido al guerrillero raso, dejando por fuera el reconocimiento de la existencia de un conflicto, una de cuyas partes fue la guerrilla.
“Es como si el gobierno pensara que se trata de una simple rendición misericordiosa. Lo grave son las omisiones, en particular la reforma política sobre la cual no se ha dado ningún paso y en segundo lugar la reforma rural integral va demasiado lento”, dijo el exnegociador.
De la Calle aseguró que con este acuerdo “ha ganado la comunidad en general. Hay zonas absolutamente en paz, en algunos lugares desapareció la confrontación, el turismo ha aparecido en zonas que antes no se podían visitar, las tasas de homicidio y de secuestro han bajado de manera muy importante, en general la sociedad reconoce cada vez más la necesidad de consolidar la paz.
“Pero creo que todavía hay grupos que siguen alentando el odio, que no tienen empatía por las víctimas y que añoran la continuación de la confrontación. En suma, me parece que la Colombia de hoy es mejor, si bien hay que reconocer que persisten algunos focos de violencia”.
Respecto a que Estados Unidos quitó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia de la lista de organizaciones terroristas, el doctor De la Calle dijo que es una decisión lógica. Las FARC como grupo guerrillero no existe, los excombatientes que ingresaron al acuerdo hoy constituyen un partido político legal.
“Es un acto de realismo; naturalmente que hay que reconocer que algunas disidencias se mantuvieron o regresaron a las armas y probablemente ellas deben ingresar a esa lista en razón de la continuación de sus actividades”, señaló.
El entrevistado resaltó que “vale la pena recordar que siempre sostuvimos que el acuerdo era para fin del conflicto con el grupo guerrillero de las FARC. Siempre dijimos que la paz es una tarea posterior, más larga, que compete a toda la sociedad colombiana y a los distintos gobiernos.
"En ese sentido, siempre se ha sabido que el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) continuaría combatiendo y que paralelamente se mantendrían grupos de delincuencia organizada alrededor del narcotráfico”, dijo.
Finalizó al señalar que sobre el ELN, algún día será posible una paz negociada, aunque consideró que el gobierno tiene razón cuando pide que previamente esa guerrilla libere a los secuestrados que están en su poder.
Por Rosi Sotelo
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