El Senado de Estados Unidos reanudó ayer por la noche la sesión de certificación de la victoria presidencial del demócrata Joe Biden.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, condenó la violencia registrada durante el asalto al Capitolio y espetó a los seguidores del presidente Trump que protagonizaron la insurrección: "No han ganado".
Legisladores demócratas pidieron a Pence que invocara la 25ª Enmienda de la Constitución, que transfiere el poder al vicepresidente si el mandatario no puede hacer su trabajo, al culpar a Trump de incitar a los manifestantes.
El consejo editorial de The Washington Post exigió también la remoción de Trump.
Twitter suspendió ayer la cuenta de Trump durante 12 horas, luego de que éste publicara repetidamente acusaciones falsas sobre las elecciones, después de que sus partidarios irrumpieran en el Capitolio. La red social dijo que futuras violaciones de Trump a sus políticas resultarían en una suspensión permanente.
También durante la jornada, Twitter, Facebook y YouTube eliminaron un video de Trump en el que instaba a sus partidarios a “irse a casa”.
Por su parte, el expresidente Bill Clinton denunció los disturbios generados en Washington como un "asalto sin precedentes" al Congreso de EU y a la nación, y culpó al mandatario saliente de fomentar la violencia.
El exmandatario George W. Bush señaló de “enfermizo y desgarrador” el asalto del Capitolio por afines a Trump, al cual calificó también como una “insurrección” propia de una “república bananera”.
En tanto, el expresidente Barack Obama responsabilizó a su sucesor y los republicanos por la violencia de manifestantes en el Congreso estadounidense, denunciando un "momento de gran deshonor y vergüenza para nuestra nación".
Por Israel López