Santoral: Este jueves 14 de enero la Iglesia Católica recuerda la vida y obra de San Félix de Nola, obispo de Nola.
En el corazón del Imperio Romano, en el siglo III, nació Félix en la ciudad de Nola, en la actual Italia, por lo cual se le nombró Félix de Nola. Fue hijo de romanos procedentes de Siria; desde pequeño recibió una educación cristiana y a muy corta edad se implicó el servicio apostólico.
Félix de Nola fue ordenado sacerdote por el obispo de Nola, San Máximo. Tras la muerte de su padre, Nola repartió toda su herencia entre aquellos más desfavorecidos
Tras iniciarse una fuerte persecución del Imperio Romano contra los cristianos, Máximo huyó al desierto y Félix ocupó su lugar. Por esto fue apresado, encarcelado y torturado.
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De acuerdo con los textos que remiten a su historia, en el momento en que Félix pensaba que iba a morir, un ángel lo liberó de sus cadenas y éste le pidió que ayudara al obispo San Máximo.
Félix de Nola oró por el obispo y de manera milagrosa sus oraciones pudieron sanarlo. Finalmente, y tiempo después, Félix le sucedería a Máximo como obispo en momentos convulsos para el cristianismo. Al final de su vida, Félix murió al servicio de los más necesitados y sin ninguna riqueza.
Otros santos que también se recuerdan son:
- Santa Nino
- San Potito
- Beato Odón de Novara
- Beato Odorico de Pordenone Mattiuzzi
- Beato Pedro Donders
- San Dacio
- San Eufrasio
- San Fermín de Gévaudan
- San Fulgencio obispo
- San Glicerio diácono y mártir