Esta mañana durante la Audiencia General, el Papa Francisco habló sobre cómo cuidar la casa común, dando como respuesta que “El mejor antídoto contra este abuso de nuestra casa común es la contemplación”.
En su mensaje, Francisco afirmó que “Para salir de una pandemia, es necesario cuidarse y cuidarnos mutuamente”, apoyando también a las personas que cuidan y procuran a los enfermos y ancianos.
Este cuidado abraza también a nuestra casa común: la tierra y cada una de sus criaturas. Todas las formas de vida están interconectadas (cf. ibid., 137-138), y nuestra salud depende de la de los ecosistemas que Dios ha creado y que nos ha encargado cuidar”.
El Santo Padre durante su catequesis basada en el cuidado de la casa común, celebrada en el Patio de Dámaso, añadió, “Nuestro hogar común, la creación, no es un mero "recurso". Las criaturas tienen un valor en sí y "reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios" (Catecismo de la Iglesia Católica, 339). Pero ese valor y ese rayo de luz divina hay que descubrirlo y, para hacerlo, necesitamos silencio, necesitamos escuchar, necesitamos contemplar. También la contemplación cura el alma”.
El Obispo de Roma explicó que los seres humanos no son “el centro de todo”, por lo cual, “Creemos que estamos en el centro, pretendiendo que ocupamos el lugar de Dios; y así arruinamos la armonía del diseño de Dios. Nos convertimos en depredadores, olvidando nuestra vocación de custodios de la vida”.
Sobre esto, añadió que hay que saber entender el significado del trabajo, "el trabajo no es sinónimo de explotación, y siempre va acompañado de cuidados: arar y proteger, trabajar y cuidar”.
Un llamado del cuidado de la casa común
El Papa hace un llamado del cuidado de la casa común a través de la contemplación, no sólo la utilidad que se puede sacar, invitando a descubrir la belleza y el valor intrínseco de las cosas que ha dado Dios.
Recuperar la dimensión contemplativa, es decir mirar la tierra y la creación como un don, no como algo que explotar para sacar beneficios. Cuando contemplamos, descubrimos en los demás y en la naturaleza algo mucho más grande que su utilidad”.
Francisco pidió que no se deje esta labor de cuidar la casa común a otros, que cada persona participe y se convierta en un custodio de ésta.
[nota_relacionada id=1238996]Contemplar para cuidar, contemplar para custodiar, custodiarnos nosotros, a la creación, a nuestros hijos, a nuestros nietos, y custodiar el futuro. Contemplar para curar y para custodiar y para dejar una herencia a la futura generación”.
Escucha y conoce casos de feminicidios en México en Que Nadie Nos Olvide
Por Pablo Esparza/Vaticano
fal