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Invade tristeza a Beirut

MUNDO

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En la zona de la explosión "está todo destrozado", sobre todo, en los barrios cristianos armenios, dijo uno de los varios entrevistados por Heraldo Media Group, un día después de una doble explosión provocada por el almacenamiento de 2,750 toneladas de nitrato de amonio.

El gobierno libanés decretó el estado de urgencia durante dos semanas en Beirut y pidió al ejército que ponga en arresto domiciliario a los probables responsables. De acuerdo con el último balance del Ministerio de Sanidad, han muerto 130 personas, hay decenas de desaparecidos y más de cuatro mil heridos.

Amir Kadi, un venezolano que reside en Beirut, dijo en entrevista que pudo escuchar el estruendo y pensó que era parte del "Eid el-Adha", celebración religiosa que va del 30 de julio al 3 de agosto.

"Al momento de la explosión el edificio donde me encontraba se movió y se sitió fuerte en los oídos.Al asomarme por el balcón lo primero que vino a mi mente fue que Israel había bombardeado posiciones terroristas del grupo Hezbolá", destacó.

Mientras, los esposos mexicanos Érika y Francisco que también viven en Beirut, contaron que pese a que ellos están en una área montañosa a 10 kilómetros de donde fue la onda expansiva, sintieron el impacto.

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Érika relató que estaba realizando sus labores domésticas cuando escuchó una explosión, "pensamos que eran parte de las fiestas musulmanas; sin embargo, poco tiempo después sentimos como se cimbró la tierra y mis oídos se taparon. Pensé que eso no era normal".

Contaron que la sede de la embajada de Argentina fue una de las más afectadas, e informaron que los hospitales están colapsados por el tema del COVID-19 y ahora hacen lo posible para atender a los heridos.

Francisco contó que "las autoridades nos pidieron quedarnos en nuestras casas debido a que el ácido nítrico está en el aire".

Por su lado, el sonorense Sebastían Loustaunau, quien está en Beirut desde 2019 y debió quedarse debido a la pandemia de COVID-19, contó que llegó a Líbano porque fue a un proyecto de la fundación "Algo por Alguien" para apoyar a refugiados sirios que viven en Líbano.

"Sentí un temblorsín y conforme me fui acercando me percaté del caos. El pueblo libanés es como el de México, por la empatía que ambos tienen ante las tragedias; por ejemplo, las farmacias están regalando productos a quien lo requiera y se construyen refugios para afectados".

Por su parte, Antonio Casaveles, guía de turistas en ese país, dijo que fue una fortuna que la explosión se dio en un horario (5:45 de la tarde) en el que ya no había mucha afluencia de personas en las oficinas o calles. [nota_relacionada id= 1180062]

"La fuerza de la explosión se fue hacia el Mar Mediterráneo; de otra forma tendríamos otro Hiroshima", resaltó.

Por Redacción El Heraldo de México
lctl

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