La recesión económica provocada en el mundo por el COVID-19 tendrá un impacto negativo en América Latina, y se reflejará en un descenso en el envío de remesas de los migrantes, indicó un informe del grupo Diálogo Interamericano, basado en Washington.
De acuerdo con el especialista Manuel Orozco, la baja provocada por la recesión económica será de unos 3,700 millones de dólares respecto a los 82 mil 794 millones enviados en 2019.
En el caso de México la baja podría ser de casi 1,600 millones de dólares: de 36,045 millones en 2019 a 34,440 millones en 2020.
La razón de la baja está por un lado en el desempleo creado por el coronavirus, especialmente en EU, y por tanto la menor cantidad de recursos disponibles para los migrantes. "Estamos hablando de casi un millón de (migrantes) latinoamericanos que perderían sus empleos", comentó Orozco.
"Estimamos que las remesas caerán en 3 por ciento en Estados Unidos, de 77 mil millones de dólares en 2019 a 75 mil millones de dólares, sin calcular el daño a quienes sean directamente afectados por el virus", escribió Orozco en la publicación Confidencial.
Pero ése será sólo un aspecto del problema que enfrentan los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos.
"Además de ser económicamente vulnerables, los inmigrantes latinos carecen de protección médica y buena salud", escribió el especialista en un reporte para Diálogo Interamericano.
"A pesar de ser más jóvenes, con 86 por ciento entre las edades de 21 y 70 años, 20% no tienen seguro médico en EU. Entre los inmigrantes en situación irregular, el porcentaje es de 39 por ciento. [nota_relacionada id=953676 ]
"Una de las consecuencias de esta situación estriba en que al momento de enfrentar una enfermedad no reciben tratamiento adecuado. Los migrantes padecen de enfermedades crónicas de corto plazo, como alergias (18%), tos (23%), fiebre (26%), dolores de cabeza (30%) o síntomas relacionados con la influenza (45%)”. Parte del problema es que ante la falta de seguro médico y menores ingresos, la mitad de los inmigrantes se automedica en vez de visitar un doctor.
La situación subraya la vulnerabilidad de los inmigrantes frente a esta pandemia: la Fundación Kaiser estima que 16 por ciento de los menores de 70 años estarán expuestos, y aunque son más jóvenes que el promedio de ciudadanos en EU, tienen menos acceso a servicios de salud y prevención.
LOS QUE NO SE VEN
El coronavirus de rápida propagación casi seguramente está matando a estadounidenses que no están incluidos en el creciente número de muertos en la nación, según expertos en salud pública y funcionarios gubernamentales involucrados en el recuento, afirmó The Washington Post.
De acuerdo con el diario, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU sólo cuentan las muertes en las que se confirma la presencia del coronavirus en una prueba de laboratorio. "Sabemos que es una subestimación", dijo la portavoz de la agencia, Kristen Nordlund.
"La falta generalizada de acceso a las pruebas en las primeras semanas del brote de EU significa que personas con enfermedades respiratorias murieron sin ser contadas, dicen los epidemiólogos", precisó The Washington Post.
Incluso ahora, algunas personas que mueren en el hogar o en asilos de ancianos sobrepoblados no son evaluadas.
Por José Carreño Figueras
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