El candidato Demócrata Joe Biden es el ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y a partir de este momento ya es el presidente electo. Pero lo cerrado de la pelea ha dejado a su rival, Donald Trump, con muchas molestias y con cosas por hacer en la cabeza.
Donald Trump habla de votos legales y votos ilegales para intentar defender una candidatura que hasta ayer estaba viva. Por eso, al darse los resultados del triunfo de Biden, es previsible que Trump continúe con la batalla legal que ya inició para discutir el escrutinio en varios Estados. Así podrá seguir con el discurso del fraude electoral.
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Trump peleará legalmente contra la elección
Será el seis de enero del próximo año cuando la Cámara de Representantes y el Senado se reunirán para certificar quién es el nuevo presidente de Estados Unidos. Además, la toma de posesión es el 20 de enero. Pero antes de esa fecha, el candidato republicano tendrá la posibilidad de impugnar legalmente el proceso electoral.
Aunque en el entorno del mandatario se ha evitado el pronunciamiento sobre el proceso electoral, existen muchos recursos a los que pueden acudir. Trump podría cuestionar la base del sistema democrático, entorpecer el acceso de un equipo de transición de Biden a la Casa Blanca hasta o incluso boicotear el día de la inauguración. Todo esto, incluso sin entrar en la ilegalidad, aunque termine con la tradición de un cambio de gobierno limpio.
En el pasado se han dado casos así, como Richard Nixon en 1960 o Al Gore en el 2000, aunque nunca se ha peleado por los resultados como todo hace parecer que sucederá con Donald Trump.