Biobots, la nueva revolución

Científicos crearon xenobots que podrán suministrar fármacos o limpiar residuos

Como una historia de ciencia ficción. Científicos estadounidenses desarrollaron un híbrido entre robot y ser vivo: los biobots.

Un equipo de científicos de las universidades de Tufts y Vermont, que fue financiado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, construyó milimétricos "robots vivos", ensamblados a partir de células de ranas (de corazón y piel) que podrían servir para limpiar residuos tóxicos, recoger microplásticos de cuerpos de agua y hasta suministrar medicamentos.

El plus, en esta época de calentamiento global, es que esta nueva tecnología es totalmente biodegradable, después de siete días se vuelven sólo células muertas.

[caption id="attachment_822761" align="aligncenter" width="402"] Gráfico: Miguel Ulloa y Érick Ramírez[/caption]

A partir de células vivas de embriones de anfibios, unas activas (las del corazón) y otras inamovibles (de la piel) se diseñaron nuevas criaturas con ayuda de una supercomputadora que las programó.

Se estima que estos organismos por el momento, podrían tener aplicaciones médicas y de restauración de espacios que están contaminados.

[caption id="attachment_822763" align="aligncenter" width="401"] Gráfico: Miguel Ulloa y Érick Ramírez[/caption]

Estos biobots, cuya dimensión no es mayor de un milímetro, pueden desplazarse hacia su objetivo y trasladar una carga (como un fármaco), lo que permite curarse a sí mismos.

"No son ni robots tradicionales ni una especie animal ya conocida, sino una nueva clase de artefacto, un organismo vivo y programable”, indicó Joshua Bongard, uno de sus responsables de la investigación y experto en robótica y computación de la Universidad de Vermont.

"Podemos imaginar muchas aplicaciones útiles para estos robots vivos que otras máquinas no pueden hacer", aseguró, por su parte, Michael Levin, director del Centro de Biología Regenerativa y del Desarrollo de Tufts. [caption id="attachment_822764" align="aligncenter" width="1280"] Gráfico: Miguel Ulloa y Érick Ramírez[/caption]

Levin reconoce que sus criaturas son difíciles de comprender. El biólogo cree que estos nuevos organismos servirán para entender grandes reglas de la vida hasta ahora invisibles.

Con ayuda de las supercomputadoras Deep Green, por meses, la Universidad de Vermon utilizó un algoritmo evolutivo con el fin de crear diseños para estos organismos.

La computadora ensambló células (unas inamovibles y otras con movimiento) en infinidad de formas con el objetivo de lograr la locomoción en una dirección específica. Luego, la Universidad de Tufts transfirió los diseños más prometedores a formas vivas; en específico a células madre de embriones ranas africanas.

Con el apoyo de diminutas pinzas y un electrodo aún más pequeño, las células fueron cortadas y unidas bajo el microscopio copiando los modelos conseguidos en el supercomutador.

Después de que se realizaron varias pruebas se pudo comprobar que los robots vivos se desplazan de forma coherente, pueden avanzar transportando un fármaco o pueden empujar a otros organismos o células, incluso trabajan juntos.

Se ha comprobado también que los biobots son resistentes y si sufren daños, se reparan a sí mismos.

Por Alejandra Martínez


lctl

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