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Política exterior, a la deriva

México debió resistir y enfrentar las amenazas de Trump, dijo el exsubsecretario de Relaciones Exteriores. Y que es un sueño guajiro que China ocupe el lugar de EU

MUNDO

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México tiene una política exterior "a la deriva" y en la que la relación con los Estados Unidos se enfoca sobre negativos, afirma Andrés Rozental Gutman, exsubsecretario de Relaciones Exteriores. Vinculado por décadas a la relación con EU, Rozental consideró que México debió haber resistido y enfrentado la amenaza de tarifas comerciales manifestada por el presidente Donald Trump para presionar por mayor control de los flujos migratorios centroamericanos. Era de un amago que Rozental dijo ignorar si era serio, porque también hubiera afectado económicamente a los propios Estados Unidos. "Tengo la impresión de que la corriente en contra de eso en EU, del sector privado, de gobernadores, del Senado republicano, de distintos actores internos, si es que lo hubiera hecho, seguramente lo hubiera tenido que cancelar después, y no hubiéramos tenido que aceptar esa especie de diktat que nos pusieron sobre cómo manejar el tema migratorio. Presidente de una empresa de consultoría internacional desde su retiro en 2001 y ante más de 40 años de carrera, fundó también el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) y con el título vitalicio de "Embajador  Eminente" del Servicio Exterior Mexicano desde 1994, Rozental expresó su escepticismo y su desaliento respecto al rumbo de la diplomacia mexicana. El desinterés del presidente Andrés Manuel López Obrador está en el origen de lo que el veterano diplomático consideró como pérdida de influencia y "poder suave" –influencia política, económica, cultural– para México en el mundo. Eso se refleja en lo que el exdiplomático considera como una situación problemática: un acuerdo con Europa "que está en el limbo", un roce con Canadá, y un conflicto migratorio centroamericano que parece "fuera de control" en lo interno, es parte central del problema con EU y crea  reacciones negativas en los países   expulsores. En una amplia entrevista con El Heraldo de México, Rozental consideró lógico que la atención sobre temas internacionales se haya puesto en la relación con EU, de lejos la más importante para el país, y calificó como "sueño guajiro" el pensar que China pudiera tomar ese lugar. En particular, Rozental definió como "negativo" que el jefe del Estado mexicano haya señalado abiertamente tanto su alejamiento de la política exterior, como su deseo de evitar confrontaciones con EU. "La relación bilateral se circunscribe, por lo menos en cuanto a lo que vemos como opinión pública, a los temas de comercio y migración, que por primera vez en mucho tiempo se mezclan, se conjuntan, después de muchos años de tener una especie de compartimentalización de la relación bilateral", dijo Rozental en alusión al entendimiento en ambos países de que los temas más conflictivos serían tratados de forma aislada para evitar la "contaminación" del conjunto. "No sé qué otras partes de la relación con EU se están atendiendo –continuó–, más allá de las tradicionales, pero no veo tampoco un deseo proactivo de abrir la relación a los temas positivos… Todo se circunscribe a lo negativo, a la migración, a las drogas, al muro, a los aranceles, al tomate, etc." A lo largo de la conversación, Rozental hizo notar la importancia de aprovechar al máximo la ventaja geopolítica de la cercanía geográfica con EU. Desde ese punto de vista, no es accidente que Canadá y México sean los principales socios comerciales de Estados Unidos. "La vecindad es nuestra ventaja comparativa", dijo. Recordó que "siempre hemos buscado cómo disminuir nuestra dependencia comercial y de inversión con EU, y siempre ha sido imposible hacerlo". Es un vínculo tan profundo que un embajador de EU lo comparó alguna vez con "un matrimonio sin posibilidad de divorcio". Rozental estimó que esa idea implica la voluntad de ambas partes y en este caso "es un hecho". Recordó que en décadas pasadas se buscó la diversificación en la relación con Europa y Japón, sin resultados. Con el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras,El Salvador) se cree que se trata de hacer algo, se ofrecen recursos y propuestas, pero lo que preocupa es la situación de sus emigrados, advirtió Rozental. Por: José Carreño Figueras