Mayo de 1968 es visto por muchos como la punta de lanza de las revueltas que se han gestado en el último medio siglo, no sólo en Francia, sino en todo el mundo.
El movimiento estudiantil en París dio un nuevo impulso a la Primavera de Praga –en la desaparecida Checoslovaquia–, a la ola de protestas por la guerra en Vietnam y hasta el movimiento estudiantil de octubre en México, entre otras.
“El 68 cambió la forma de la vida política y la vida cotidiana en todo el mundo. Sin el Mayo del 68 no se entienden las generaciones siguientes”, dijo en un foro el historiador Carmelo Romero, profesor de la Universidad de Valladolid.
En Francia, los eventos fueron multisectoriales, no sólo participaron estudiantes, también entre 7 a 10 millones de obreros agotados por el auge del taylorismo –la organización de las actividades que se llevan a cabo en el entorno laboral con la intención de maximizar la productividad–.
La crisis se tornó también política con el rechazo común de la figura envejecida del general Charles de Gaulle y de sus diez años gobierno.
El tan reconocido Mayo francés en realidad inició el 22 de marzo de 1968.
La chispa de produjo en la Universidad de Nanterre, una sede de la Sorbona construida a las afueras de París, donde 142 estudiantes ocuparon un edificio universitario para protestar, por las detenciones de una protesta contra la guerra de Vietnam y contra el imperialismo estadounidense.
También denunciaban la rigidez de la Universidad en aquella época. El reclamo de los jóvenes que "se les impedía visitar a sus compañeras en sus respectivos dormitorios", explicó Pablo Paredes, estudiante en París en el 68.
Durante un mes y medio, los incidentes se repitieron en Nanterre, pero a principios de mayo las autoridades deciden cerrar la universidad, entonces los estudiantes migran hacia la Sorbona.
El 3 de mayo la policía los desaloja brutalmente del patio del emblemático recinto. Esa noche estallaron los choques entre estudiantes y fuerzas del orden en el Boulevard Saint-Michel, en el corazón de París.
Se registraron unos mil heridos en la jornada. En ese momento arranca Mayo del 68.
TRINCHERA LATINA
Después de varios desalojos de la Sorbona, la crisis estudiantil se desplazó a las calles del barrio latino, los choques entre policía y manifestantes culminan la noche del 10 al 11 de mayo, en la llamada “noche de las barricadas”: autos incendiados, adoquines que vuelan y vitrinas destruidas sellaron la jornada.
"Como el resto de Europa y de las democracias occidentales, Francia vivió una movilización generacional que está ligada a la llegada de los baby-boomers a la edad adulta y a la explosión de este nuevo tipo de estudiantes”, señaló la historiadora Danielle Tartakowsky.
El 13 de mayo, estudiantes y obreros marcharon juntos. A pesar de sus divergencias, el pliego petitorio era común. Los une el rechazo al general De Gaulle, emblema de la liberación después de la ocupación nazi durante la II Guerra Mundial.
LOS RESULTADOS
Mayo del 68 produce algunos cambios casi inmediatos: aumentos salariales para los obreros, mayor autonomía y representación estudiantil en las universidades.
El impacto en materia de liberalización de la sociedad demorará más: derecho al voto desde los 18 años en 1974 y despenalización del aborto en 1975. Y la aparente victoria del general De Gaulle apenas es una prórroga.
Un año más tarde, en junio del 69, pierde el referendo sobre la regionalización. El Mayo francés también sirvió para poner fin al gaullismo histórico.
Para Olivier Fillieule, profesor en la universidad suiza de Lausana, la mayoría de los miembros de la generación de Mayo de 1968 pagaron un precio por su activismo político, en términos de rechazo social o disminución de las perspectivas de empleo. Para analistas el movimiento civil en Francia fue el ensayo general revolucionario más influyente y menos exitoso entre mayo y junio de 1968.
El periódico español La Vanguardia citó al filósofo fallecido Francisco Fernández Buey, quien resumió a Mayo del 68 como “el gran susto” para la gran mayoría, más que una fiesta lúdica, como reivindicó Ramón González Férriz en su libro La revolución divertida.
Por: ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ
El movimiento "del gran susto"
Las protestas en francia fueron la punta de lanza para otras revueltas en el mundo