Más allá de Lula, ¿qué?

Las próximas elecciones en Brasil estarán definidas por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva que, según expertos, aún preso, continuará influyendo en la política brasileña. Por lo que hace a la elección, —y bajo pleno proceso electoral judicializado que busca inhabilitarlo—, “el Partido de los Trabajadores (PT) va intentar mantener su candidatura a toda costa y Lula da Silva podría seguir siendo candidato si el Tribunal Superior Electoral no lo impide”, aseguró a El Heraldo de México Hernán Gómez Bruera, investigador especializado en América Latina del Instituto Mora. El impedimento podría venir de la Ley Ficha Limpia, que prohíbe a los acusados condenados por tribunales participar en los comicios. El fallo implica que no podría ser candidato para las elecciones presidenciales de octubre, “sin embargo, se prevé que siga luchando por su derecho a estar en la boleta; el candidato es imbatible, el discurso que da antes de entrar a la cárcel es un discurso de campaña. Para el PT, el ex presidente es su carta fuerte. Lula sigue siendo su abanderado”, agregó. Al final, si la condena al ex presidente es ratificada por el máximo tribunal del país, éste podría ser sustituido hasta 20 días antes de la elección. En tanto, su partido ha decidido trasladar su sede a Curitiba y tendrá, si fuera el caso, hasta el 17 de septiembre para reemplazarlo como candidato. Para el también autor del libro Lula, El Partido de los trabajadores y el dilema de gobernabilidad de Brasil, en caso de que el petista no lograra llegar al final de la contienda, podrían sustituirlo Fernando Haddad, ex alcalde de Sao Paulo, o Jaques Wagner, que fue gobernador de Bahía: ambos miembros del PT. El elegido por el PT competiría contra Jair Bolsonaro, miembro del Partido Social Cristiano (PSC) de extrema derecha, considerado por algunos como el Donald Trump de Brasil. “Sin embargo, ninguno podrían competir ni siquiera seriamente con Lula da Silva porque el lulismo es mucho más fuerte que inclusive el petismo o cualquier otra apuesta”, aseguró Gómez Bruera. Otra opción sería una alianza entre el PT y el PDT (Partido Democrático Trabalhista), a través del candidato Ciro Gómes, “una figura de centro- izquierda con quien Lula da Silva tiene una buena relación y el PT también. En este caso el PT tendría que sacrificar su candidatura para buscar una alianza”, explicó. Rafael Mafei, profesor investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo, aseguró que la izquierda deberá debatir qué camino va a seguir. “Aunque por ahora el partido ha manifestado no tener plan A, ni plan B, ni plan C, sino sólo plan L… (Lula para presidente)`. “No creo que su candidatura sea confirmada. Una de las apuestas es que Lula se mantendrá el mayor tiempo posible en campaña para, en caso necesario, transferir sus votos a un candidato sustituto” explicó el abogado vía telefónica. “Aún hay plazos y recursos para ser agotados en la defensa del ex presidente, hasta el veredicto final”, dijo el académico Mafei. Quien fuera presidente de Brasil entre 2003 y 2010 es aún el claro favorito, desde la encuesta más conservadora (Datafolhia) hasta la más de izquierda (Vox Populi) coinciden en que obtendría más de 40 millones de votos en las próximas elecciones del 7 de octubre. Para Gómez Bruera, las élites de derecha—con el actual presidente Temer a la cabeza—se empeñan en sepultara Lula da Silva para continuar imponiendo una agenda conservadora que nunca vencería por la vía democrática: “Como saben que no ganarían en las urnas, están recurriendo a estas maniobras autoritarias y antidemocráticas que hoy tienen al político brasileño en una celda en la ciudad sureña de Curitiba”, concluyó.     POR CRISTINA PÉREZ.
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