El Papa Francisco subrayó que "el mundo está en guerra" y condenó los conflictos bélicos, los bombardeos, las torturas y los naufragios de inmigrantes y refugiados en el mar.
"Está creciendo entre nosotros, esto es un poco exagerado lo que digo, pero lo digo para que se entienda bien, una cultura de la destrucción", apuntó.
Defendió que el mundo fue creado para "hacerlo crecer" y "permitir que vaya hacia delante", en paz y en comunidad fraternal, y que en lugar de eso existen numerosos enfrentamientos, se trafica con armas, con drogas y se explota a las personas cuando las empresas pagan en negro, realizan contratos precarios u obligan a los menores a trabajar.
Se refirió a la crisis de los refugiados como el "peor drama desde la Segunda Guerra Mundial" que afecta a Europa y criticó con firmeza el uso por parte de Estados Unidos el pasado abril de la mayor bomba no-nuclear, la llamada "Madre de todas las bombas", para destruir un complejo de túneles del Estado Islámico en Afganistán.
"La llaman 'La madre de todas las bombas'. La madre da vida y esta da la muerte. ¿Estamos llamando madre a ese aparato?", comentó.
El papa Francisco alertó que en el mundo actual está creciendo una "cultura de la destrucción" y criticó que "el mal, el dinero y el poder" sean los "negocios que hacen crecer al dios dinero, que domina el mundo".
En estos términos se expresó Jorge Bergoglio durante un encuentro que mantuvo con jóvenes estudiantes en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Por EFE