Reconocida por muchos como una de las mejores ciudades para vivir, Madrid, la capital de España, es uno de los centros gastronómicos y culturales del mundo. Es un lugar que tiene muchas formas de conquistar a todo aquel que pisa su suelo, y nadie podrá negar que sus restaurantes, bares, mercados y terrazas, son una de las principales razones por las que uno se enamora de esta ciudad.
Madrid es una urbe viva, vibrante y llena de sorpresas. Ya lo decía Joaquín Sabina con toda razón: “Sólo en Antón Martín hay más bares que en todo Noruega”.
Y es que esta ciudad presume más de 15 mil restaurantes y bares, de acuerdo con un censo realizado por el Ayuntamiento de Madrid. Entre ellos se encuentra el más antiguo del mundo en continua operación, registrado en el Libro de Records Guinness: El Sobrino de Botín, con casi tres siglos de antigüedad, pues se fundó en 1725.
Para hablar de la gastronomía de la ciudad de Madrid me gustaría empezar por la calidad de sus productos, que para muchos chefs es el origen del éxito.
Desde hace algunos años, existe una fuerte inversión detrás de la promoción de la Denominación de Origen Madrid, concentrada en determinados productos que, por su proceso de producción, merecen este distintivo como los aceites, las carnes y los vinos.
HABLEMOS DE PRODUCTO
Los aceites de Madrid se caracterizan por su escasa acidez, color amarillo intenso y aromas limpios y afrutados. Se cultivan aproximadamente en 24 mil 500 hectáreas de olivar, contando con alrededor de cuatro mil 300 productores.
También debemos destacar la carne de la Sierra de Guadarrama, en Colmenar Viejo Madrid. El producto vacuno que se produce ahí es cuidadosamente elaborado, con el objetivo de garantizar la más alta calidad, la cual se consigue mediante un riguroso programa de control y seguimiento de los animales de la región; desde el inicio del proceso hasta el punto de venta.
Para los vinos, la Denominación de Origenes reciente y se representa por la calidad de la zona. Gran parte de la producción hoy se basa en vinos tintos jóvenes y con crianza, pero los expertos apuntalan a que, con el paso del tiempo, se puedan hacer vinos reserva y gran reserva; una de las cosechas más reconocidas de la región es la 2010.
LA RUTA DE LAS TAPAS
[caption id="attachment_832347" align="aligncenter" width="1200"] TRADICIÓN. Jamón serrano, un referente de la gastronomía española. Foto: Especial[/caption]
Una de las actividades típicas de Madrid es ir de tapas o tapear. Ir de tapas significa hacer un recorrido por los bares de la ciudad, tomando una bebida —una copa de vino o una caña— y acompañarla de una pequeña porción de comida denominada por los bares o restaurantes como tapa.
La variedad de estas tapas es muy amplia; hay de callos a la madrileña, pulpo a la gallega, patatas bravas, jamón y queso, por mencionar sólo unos ejemplos.
LOS MERCADOS
[caption id="attachment_832141" align="aligncenter" width="1200"] SURTIDO. En los mercados se encuentra todo tipo de condimentos, verduras, carnes y mariscos de primera calidad. Foto: Especial[/caption]
Visitar uno de sus mercados es vivir toda una experiencia. Algunos de los más importantes actualmente son: el Mercado de la Paz, ideal para visitar semanalmente, porque ahí encontramos una excelente variedad de productos de temporada.
El Día de Mercado, el primer sábado de cada mes, es un evento gastronómico que permite degustar quesos, panes artesanales, embutidos y aceitunas. Se lleva a cabo en el Recinto Ferial de la Casa de Campo, el sitio perfecto para hacer una buena compra de calidad.
También está Mercado de Productores, que se lleva a cabo el último fin de semana de cada mes, y es en donde se venden productos artesanales y ecológicos, acompañados de pláticas y exposiciones sobre temas de alimentación saludable.
La Despensa de Madrid brinda una oferta agroalimentaria y recorre distintas locaciones de la ciudad.
ESPACIOS GOURMETS
[caption id="attachment_832351" align="aligncenter" width="1200"] GILDA. Pincho de aceituna, guindilla y anchoas. Foto: Especial[/caption]
El Mercado San Miguel es un mercado de hierro cerrado, cuya construcción data de 1916 y sigue el modelo francés. Ante la decadencia de los mercados tradicionales, se puso en marcha éste para su recuperación, un modelo parecido al mercado de la Boquería de Barcelona que se centra en el producto de temporada y el tapeo. Está situado cerca de la Plaza Mayor.
La Platea de Madrid, Goya 5-7, es un templo al ocio gastronómico que no se encuentra en un mercado, sino en lo que eran los cines Carlos III. La oferta incluye desde puestos de cocina, hasta espectáculos y conciertos de jazz.
El Mercado de San Antón, en el centro del barrio de Chueca, tiene cuatro niveles, cada una con su especialidad. Por ejemplo, la primera planta está dedicada al producto de temporada y gourmet, y en la última hay múltiples ofertas de comida preparada. Está en la Calle Figueroa 24. Muy cerca se encuentra la pastelería Mamá Framboise, con una inigualable oferta de cocina dulce.
PLATILLOS TÍPICOS
Lo más auténtico de la región es el cocido madrileño. Surgió como un plato experimental en el siglo XVII, principalmente en los núcleos sociales más bajos. El platillo ha evolucionado por generaciones, sin perder su base principal, que consta de tres tiempos, y es infaltable en muchos restaurantes locales.
[nota_relacionada id=832124 ]
Por Rafaela Kassian
lctl