Pato Pekín y Pato Manila son sinónimos, pero el segundo hace referencia a la tradición gastronómica de Filipinas. Lo que debes saber es que, no es fácil elegir un buen sitio para comer pato Pekín, pero los hay, por ello te presentamos un breve repaso por los mejores:
En la Ciudad de México existen dos de los sitios donde se puede disfrutar del Pato Pekín de dos formas muy diferentes. Si eres de los que amas la tradición, no puedes perderte el que se prepara en el Restaurante El Dragón, en plena zona Rosa de la Ciudad de México, en la calle Hamburgo 97. Dicen que uno de los mejores de México.
Si eres de los que aman la fusión de la comida mexicana y el sazón chino puedes elegir El auténtico Pato Manila, una taquería en la calle Culiacán 91, Colonia Hipódromo Condesa, ya que es un sitio especializada en pato. Si vas buscando comer otra cosa, evítate la vuelta, sólo sirven pato. El lugar es pequeño, pero acogedor y no puedes dejar de disfrutar los imperdibles como el taco kim, tacos Manila, wontons y rollos de pato.
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Tacos de Pato. Foto: Especial.[/caption]
En el mundo
Sin duda alguna, una de las preparaciones que más impresiona es el que sirven en el Restaurante Quanjude de Beijing (capital de China), inaugurado en 1864 y fundado en plena dinastía Quing, durante el reinado del Emperador Tongzi En este templo foodie se sirven más de dos millones de patos laqueados a más de cinco millones de clientes al año, suficientes para rodear la tierra con una cadena de patos.
Un establecimiento del que se presume es el favorito de Barak Obama, es el Great Easter, situado en pleno corazón del Chinatown de San Francisco (California). Además de ser uno de los más conocidos, es muy recomendable.
Pero ¿qué es el Pato Pekin? Se trata de un platillo cocinado a partir de una técnica ancestral china, en un principio el platillo fue exclusivo del Palacio Imperial, pero posteriormente se popularizó gracias a la gran red de restaurantes de cocina china presentes en gran parte del mundo. Este platillo se come en tres tiempos: en primer lugar, la piel extremadamente crujiente del pato, en segundo, las lascas de carne cocinada a la perfección y por último, su inconfundible salsa de ciruelas o salsa hoisin.
Por Juanma Martínez Rodríguez
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