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Foto: Especial[/caption]
El matcha es un polvo proveniente de las hojas del té verde. Su popularidad creció luego de que en 1191 un monje budista de nombre Eisai lo llevara de China a Japón, país en el que se desarrollaron un sinfín de variedades.
Su producción es diferente a la del té común, pues su planta crece en la oscuridad, además es excelente para la salud. Para empezar, una taza de matcha equivale a tomar 10 tazas de té verde, es por eso que es tan valorado.
Su elaboración, aunque no es compleja sí requiere de algunos cuidados muy específicos:
En primer lugar, las plantas son cubiertas para protegerlas del sol y así retrasar el crecimiento de las hojas, es por eso que su tono es más intenso, lo que provoca que también sea un té más dulce.
Después de la cosecha, las hojas se colocan en una superficie plana para secarlas y una vez secas se les quita el tallo y se muelen hasta dejarlas hechas polvo. Esa pulverización es lo que hoy conocemos como matcha.
Además, este valioso ingrediente no solamente se usa para hacer té, por su característico y peculiar sabor es un gran componente para los postres.
Actualmente ha tenido un boom y se encuentra fácilmente en los restaurantes que visitamos.
Entre sus beneficios destaca que tiene un efecto antioxidante que retrasa el deterioro del organismo. El galato de epigalocatequin (EGCG) que contiene ayuda a acelerar el metabolismo y disminuye el crecimiento de las células cancerígenas. Sus altos índices de teína lo hacen un energizante natural, incluso mejor que el café.
También tiene una gran cantidad de vitaminas y minerales, estimula la mente y relaja el cuerpo, baja los niveles de azúcar en la sangre, controla la diabetes, previene el Alzheimer, mejora la piel y las uñas, quema grasa, controla el hambre y apaga la sed por completo.
En lo que hay que tener cuidado es en la marca del té, pues algunos contienen azúcar, lo que provoca que las propiedades se alteren.
Siempre se debe leer la etiqueta para evitar comprar un producto de mala calidad.
TIPS DE LA CHEF ANA MARTORELL
1.-Para disolver el matcha, primero hay que agregarle un poco de agua caliente para formar una pasta. Luego de que queda homogénea se debe agregar, poco a poco, agua o leche caliente.
2.- Si vas a hacer un latte de matcha intenta incorporar desde el principio la pasta con la leche y espumarlo al mismo tiempo, con esto lograrás que tenga un gran sabor
Por la chef Ana Martorell
Foto: Especial[/caption]
El matcha es un polvo proveniente de las hojas del té verde. Su popularidad creció luego de que en 1191 un monje budista de nombre Eisai lo llevara de China a Japón, país en el que se desarrollaron un sinfín de variedades.
Su producción es diferente a la del té común, pues su planta crece en la oscuridad, además es excelente para la salud. Para empezar, una taza de matcha equivale a tomar 10 tazas de té verde, es por eso que es tan valorado.
Su elaboración, aunque no es compleja sí requiere de algunos cuidados muy específicos:
En primer lugar, las plantas son cubiertas para protegerlas del sol y así retrasar el crecimiento de las hojas, es por eso que su tono es más intenso, lo que provoca que también sea un té más dulce.
Después de la cosecha, las hojas se colocan en una superficie plana para secarlas y una vez secas se les quita el tallo y se muelen hasta dejarlas hechas polvo. Esa pulverización es lo que hoy conocemos como matcha.
Además, este valioso ingrediente no solamente se usa para hacer té, por su característico y peculiar sabor es un gran componente para los postres.
Actualmente ha tenido un boom y se encuentra fácilmente en los restaurantes que visitamos.
Entre sus beneficios destaca que tiene un efecto antioxidante que retrasa el deterioro del organismo. El galato de epigalocatequin (EGCG) que contiene ayuda a acelerar el metabolismo y disminuye el crecimiento de las células cancerígenas. Sus altos índices de teína lo hacen un energizante natural, incluso mejor que el café.
También tiene una gran cantidad de vitaminas y minerales, estimula la mente y relaja el cuerpo, baja los niveles de azúcar en la sangre, controla la diabetes, previene el Alzheimer, mejora la piel y las uñas, quema grasa, controla el hambre y apaga la sed por completo.
En lo que hay que tener cuidado es en la marca del té, pues algunos contienen azúcar, lo que provoca que las propiedades se alteren.
Siempre se debe leer la etiqueta para evitar comprar un producto de mala calidad.
TIPS DE LA CHEF ANA MARTORELL
1.-Para disolver el matcha, primero hay que agregarle un poco de agua caliente para formar una pasta. Luego de que queda homogénea se debe agregar, poco a poco, agua o leche caliente.
2.- Si vas a hacer un latte de matcha intenta incorporar desde el principio la pasta con la leche y espumarlo al mismo tiempo, con esto lograrás que tenga un gran sabor
Por la chef Ana Martorell