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Foto: LESLIE PÉREZ[/caption]
Por medio de un nuevo diseño, redes sociales, nueva decoración y espacios abiertos en colonias como Roma, Condesa y Juárez, La Churrería El Moro decidió llegar a nuevas generaciones, después de 79 años de estar activos en un local del Centro Histórico. Los millennials fueron uno de sus principales objetivos en esta estrategia.
La apertura de nueve sucursales más (hasta el momento) permitió que la churrería se integrara a sitios gastronómicos de moda, como los llamados mercados gourmet, concepto que tuvo un boom desde 2014. De acuerdo con Santiago Iriarte, nieto del fundador Francisco Iriarte, “la idea fue llegar a otras generaciones y, con ellos, a las redes sociales. Los jóvenes, muchos de ellos millennials, buscan lo tradicional, pero con un formato distinto”.
La primera de las sucursales externas que se inauguró fue la del Mercado Roma y, a la fecha, continúan abriendo filiales, la más reciente: Zona Rosa, lo cual, en palabras de Santiago Iriarte, se debe al trabajo en equipo y a los colaboradores que representan un pilar para llevar el negocio a otros niveles.
LA TERCERA GENERACIÓN DE EL MORO
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Foto: LESLIE PÉREZ[/caption]
Santiago, Francisco y Diego Iriarte son las mentes maestras detrás del crecimiento de El Moro en los últimos cuatro años. En el caso de Santiago, comenzó a involucrarse en el negocio desde que estaba en su tercer semestre de la carrera en Administración de Empresas. A partir de ese momento su papá le enseñó el funcionamiento de la churrería, el trato con el personal y con los proveedores. Poco después se integraron su hermano y su primo.
NUEVO DISEÑO
Para que los nuevos establecimientos de El Moro pudieran lucir modernos, pero sin perder su toque clásico, los empresarios emplearon una serie de grafismos, que tomaron de los azulejos del Eje Central, pero con un diseño más jovial. Aunque lo más importante es que los churros estén crujientes y el chocolate bien caliente, en El Moro la estética del lugar también es importante.
Ignacio Cadena y su despacho Cadena Asociados fue el encargado de renovar la imagen de las sucursales, pues desde hace tiempo, los herederos tenían la inquietud de cambiar el diseño, de modo que se acercaron a platicar sobre esto con el arquitecto y “el resultado fue increíble”, contó Santiago Iriarte.
CHURROS DEMOCRÁTICOS
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Foto: LESLIE PÉREZ[/caption]
La familia Iriarte cree que disfrutar de unos churros junto a una taza de chocolate, en compañía de la familia, amigos o pareja es un ejercicio que nadie se debe perder, y por eso es que han tenido tanta aceptación del público. Cuando Santiago visita una sucursal, inmediatamente los recuerdos lo remiten a su familia, “me encantaría que pudieran ver lo que se ha logrado”, finalizó.
Por ADRIANA V. VICTORIA
Foto: LESLIE PÉREZ[/caption]
Por medio de un nuevo diseño, redes sociales, nueva decoración y espacios abiertos en colonias como Roma, Condesa y Juárez, La Churrería El Moro decidió llegar a nuevas generaciones, después de 79 años de estar activos en un local del Centro Histórico. Los millennials fueron uno de sus principales objetivos en esta estrategia.
La apertura de nueve sucursales más (hasta el momento) permitió que la churrería se integrara a sitios gastronómicos de moda, como los llamados mercados gourmet, concepto que tuvo un boom desde 2014. De acuerdo con Santiago Iriarte, nieto del fundador Francisco Iriarte, “la idea fue llegar a otras generaciones y, con ellos, a las redes sociales. Los jóvenes, muchos de ellos millennials, buscan lo tradicional, pero con un formato distinto”.
La primera de las sucursales externas que se inauguró fue la del Mercado Roma y, a la fecha, continúan abriendo filiales, la más reciente: Zona Rosa, lo cual, en palabras de Santiago Iriarte, se debe al trabajo en equipo y a los colaboradores que representan un pilar para llevar el negocio a otros niveles.
LA TERCERA GENERACIÓN DE EL MORO
[caption id="attachment_326693" align="alignleft" width="300"] Foto: LESLIE PÉREZ[/caption]
Santiago, Francisco y Diego Iriarte son las mentes maestras detrás del crecimiento de El Moro en los últimos cuatro años. En el caso de Santiago, comenzó a involucrarse en el negocio desde que estaba en su tercer semestre de la carrera en Administración de Empresas. A partir de ese momento su papá le enseñó el funcionamiento de la churrería, el trato con el personal y con los proveedores. Poco después se integraron su hermano y su primo.
NUEVO DISEÑO
Para que los nuevos establecimientos de El Moro pudieran lucir modernos, pero sin perder su toque clásico, los empresarios emplearon una serie de grafismos, que tomaron de los azulejos del Eje Central, pero con un diseño más jovial. Aunque lo más importante es que los churros estén crujientes y el chocolate bien caliente, en El Moro la estética del lugar también es importante.
Ignacio Cadena y su despacho Cadena Asociados fue el encargado de renovar la imagen de las sucursales, pues desde hace tiempo, los herederos tenían la inquietud de cambiar el diseño, de modo que se acercaron a platicar sobre esto con el arquitecto y “el resultado fue increíble”, contó Santiago Iriarte.
CHURROS DEMOCRÁTICOS
[caption id="attachment_326692" align="alignright" width="300"] Foto: LESLIE PÉREZ[/caption]
La familia Iriarte cree que disfrutar de unos churros junto a una taza de chocolate, en compañía de la familia, amigos o pareja es un ejercicio que nadie se debe perder, y por eso es que han tenido tanta aceptación del público. Cuando Santiago visita una sucursal, inmediatamente los recuerdos lo remiten a su familia, “me encantaría que pudieran ver lo que se ha logrado”, finalizó.
Por ADRIANA V. VICTORIA