Vivir en un sueño es el día a día de los niños. Es entre juegos y cuentos imposibles que nacen los grandes proyectos y, sin duda, es el paso definitivo para conquistar las metas más extraordinarias.
Así vive Diego, El Parrillero de Oro, Fernández. Es el niño que, hace casi un año, ganó MasterChef Junior y que hoy, desde su natal Querétaro, busca sobresalir, primero en la escuela para después seguir conquistando los fogones:
"El restaurante de mis sueños es aquel en el que toda mi familia esté presente. Mi hermano es productor musical, así que me fascinaría que él estuviera tocando, mi papá en la parte legal, con todos los documentos, y por supuesto mi mamá en el club de niños, riendo y jugando con los más chiquitos", aseguró.Eduardo Fernández de Jauregui y Nely Cabrera son sus orgullosos padres. Sonríen en todo momento y se refieren a su hijo como su gran héroe: "Diego es un niño que persevera, que sueña en grande. Siempre le he dado libertad para que haga lo que quiera, pero eso sí, siendo el mejor. Igual me hubiera dado que quisiera ser estilista", explicó Eduardo Fernández. "El restaurante de mis sueños sería un gran salón con toques vintage, con foquitos por fuera. Grande, con mesas de madera y bicis colgadas del techo, como lámparas. Quisiera una cocina con amor 100 por ciento mexicana, pero con toques contemporáneos, eso es lo más importante", reveló el joven chef. ÉXITO A pesar de que ya han pasado meses luego de su triunfo en el reality show, asegura que nada es para siempre e insiste en que la perseverancia ha sido la clave para salir adelante y destacar: "Quiero poner en el top a México. Yo empecé ayudándole a mi mamá poniéndole azúcar al agua y cocinando con mi papá camarones, cosas sencillas. Luego hice pollo con limón, y ahora sé hacer mole de olla y poblano. Todo se puede", sentenció. En cuanto al show relata que la situación fue similar, pues no quedó en el primer casting al que asistió: "En cuanto vi que llegó MasterChef Junior me apunté a los castings, sin embargo, no quedé porque no estaba preparado. Llegué a la última etapa, pero no era mi momento. No me desanimé y me seguí preparando". INFLUENCIAS Los ídolos son importantes en el camino y, aunque Diego ahora mismo se enfoca en "sobrevivir" a la secundaria, tiene claro que su fin y objetivo es estudiar gastronomía y convertirse en el mejor : "Uno de mis ídolos es Gordon Ramsey, porque es un chef muy preciso y exigente. De los chefs de Master Chef también aprendí mucho. De la chef Betty no olvido su sencillez y amabilidad, de Benito, aunque es muy enojón es una persona muy abierta, escucha y da tips. Y el chef Herrera fue el que me nombró El Parrillero de Oro". Aunque el camino no ha sido sencillo, pues Diego no ha gozado de buena salud los últimos meses, demuestra con su ánimo y fortaleza que los niños merecen lo que sueñan: "Soy un guerrero. Sé que si sueño en grande llegaré lejos".