Se divierten trabajando

En la cocina, una joven de 16 años prepara el menú, un pequeño de siete es el mesero en turno que atiende a los clientes y, en la oficina, una adolescente ordena las cuentas y los números. Así luce Sotero, el restaurante del chef Aquiles Chávez, un lugar familiar en donde sus tres hijos, más que trabajar, se divierten como parte del equipo.
Regina es su hija mayor y su sueño es convertirse en chef. En Sotero, ubicado en Pachuca, Hidalgo, prepara desde postres hasta platos fuertes: "Cuando comenzó a involucrarse en la cocina, la mande a limpiar cochambre, de esa manera creí que se iba a desanimar, pero para mi sorpresa  se aferró más a la idea de ser chef", recordó
Aquiles, quien enfatizó que no espera que la reconozcan por ser su hija.
Sotero se ha convertido en la segunda casa de sus hijos: Regina, Valentina y Aquiles Jr. Es aquí en donde pasan gran parte de su tiempo, ya que aparte de asistir a sus clases, acuden a este espacio para realizar tareas de la escuela, hacer trabajos en equipo, trabajar e involucrarse con los sabores y la hospitalidad que caracteriza a Sotero.
La Pasión de Regina 
Tiene 16 años, pero ya es parte del staff del chef originario de Pachuca, Hidalgo, ayudándole con eventos especiales y los servicios diarios: “El trabajo en la cocina es pesado, pero al mismo tiempo hacemos relajo entre compañeros. Es aquí donde aprendí a cocinar, siempre observando a los cocineros y junto a mi papá”.
Aquiles Y los clientes  
Mientras que Regina está en la cocina, su hermano Aquiles, de siete años, se desenvuelve como ayudante de garrotero y, en ocasiones, le toca preguntar a los clientes qué es lo que van a comer, también se encarga de servir los platos: “Cuando tenemos cenas especiales, él se involucra con los garroteros y la gente se emociona al ver su trabajo, al final se le dan las propinas que le corresponden”, señaló Aquiles, papá.
Detrás de ese entusiasmo al atender a los clientes hay un firme propósito, pues Aquiles Jr. ya piensa en el futuro: "Estoy trabajando para comprarme una casa y un carro, quiero un jeep negro como el de mi papá", contó.
Valentina y la administración  
A diferencia de sus hermanos, Valentina se siente atraída por los deberes administrativos, razón por la cual ayuda a su mamá en esta área, además de dar la bienvenida a los clientes: "Me gusta checar el papeleo y los pagos, no me gusta la cocina como a mis hermanos, a mí lo que me gustaría es estudiar Diseño", reveló.
Los consentidos del chef 
Por supuesto, sus hijos son los primeros en probar las creaciones del chef de Sotero, los tres admiran su trabajo y la seguridad que muestra en la cocina. Por otro lado, Aquiles Jr. aún no sabe si quiere ser chef o pintor, pero sí está seguro de que: “El pintor se parece al chef, pues ambos decoran. El chef la comida y el pintor los cuadros", finalizó.
POR ADRIANA V. VICTORIA