Los huevos pueden ser revueltos, estrellados, tibios, en omelettes, pochados o duros y, en todos estos casos la cocción es todo un tema. Hay a quienes les gustan con la yema cocida, mientras que otros no soportan un huevo con la yema pasada y la clara babosa, incluso hay gente que pierde el apetito si ven estas características en el huevo.
Los que menos discusiones tienen son los revueltos, quizá a algunos sólo les molesta que quede seco, sin embargo, la mayoría pasa por alto ese pequeño detalle. Además, echándole un chorrito de leche tendrán más humedad y dejarán de tener ese aspecto. Pero, ¿qué pasa con los huevos estrellados? Éstos son los más difíciles de hacer si queremos cumplir con las expectativas. Hay personas que los come con la orilla de la clara muy frita, mientras que otros entre más tierno, mejor.
Por eso, considero que los cocineros que se encargan de sacar los huevos en un restaurante son los más importantes dentro de la cocina, pues un huevo mal hecho arruinará la mejor salsa y el mejor platillo, tiene que quedar perfecto.
LOS TIEMPOS DE COCCIÓN
HUEVO DURO. Estará listo contando 10 minutos a partir del hervor del agua. Cuidado, porque algunos se llegan a romper por tanto movimiento en la olla. Una vez hechos se pueden guardar en el refrigerador y comer al día siguiente.
POCHADOS. Sin duda alguna son los más complejos de lograr, ya que se cuecen por medio del hervor del agua. Para que queden lo más bonitos que se pueda, debemos empezar haciendo un remolino en el agua y lanzar el huevo en el centro. Así, con ese movimiento, el huevo se concentrará en el centro y se compactará. Estos tardan aproximadamente tres minutos.
No hay nada peor en este tipo de huevos que una yema cocida, por lo que hoy en día existen aparatos como el sous vide que permite cocinarlos dentro del mismo cascaron, para que su forma sea perfecta.
TIBIOS. Son los que se ponen a hervir en el agua y se dejan ahí durante cinco minutos. Por lo general se presentan sólo abriendo la parte de arriba del mismo. La clara suele estar un poco cocida. No son la variedad más comida. Siempre se sirven dentro del cascaron, ya que queda tan líquido, que sería imposible servirlo en un plato.
OMELETTE. Son una forma relativamente fácil de hacer huevos, eso sí, cuando se tiene el sartén adecuado. Al igual que en los huevos revueltos es recomendable poner un chorrito de leche para que queden más húmedos y no se sequen. Tardan entre tres y cuatro minutos en estar listos, y se deben hacer a fuego medio, si se ponen en fuego alto, la parte del centro jamás se cocerá.
Es muy importante que los huevos se sazonen siempre. Sea como sea la manera en la que se cocinen, una pizca de sal siempre será necesaria para que sepan mejor.
TOMA EN CUENTA
Los huevos aportan muchísimas vitaminas y tienen un alto nivel proteico. Las claras están compuestas 90% de agua y solamente contienen 14 calorías.
Por su parte, la yema es la parte del huevo que más calorías contiene, pero es, sin duda, la que más beneficios alimenticios aporta. Así que, aunque un omelette tenga más claras, yo recomiendo siempre agregar al menos una yema, para que sea más saludable.
POR LA CHEF ANA MARTORELL