La conservación de los alimentos es de suma importancia, ya que de esto depende la duración de los mismos. Así que entre mejor los almacenemos, mayor será su rendimiento.
La vida ha ido evolucionando y uno de los mejores inventos fue el refrigerador. Con él, hemos podido darle mayor tiempo de vida a nuestros alimentos, nos ha permitido hacer compras pensando en utilizarlos a lo largo de toda la semana y no sólo para el uso diario. Además, hoy en día hay máquinas que nos permiten almacenar la comida al alto vacío, lo cual quiere decir guardarlos en unas bolsas de plástico y después utilizar una compresora que saca todo el aire y sellar.
Existen de muchos tamaños y también precios, sin duda, es una inversión que vale la pena y vamos a explicar por qué. Primero empecemos por hablar de los espacios y el orden que, aunque no es la razón principal para usarlas, soluciona muchas cosas.
Por ejemplo, si se guardan las proteínas en bolsas al alto vacío ocupan la mitad de espacio que si se mantienen en su empaque original. Por lo regular, la carne, el pollo y el pesado no se suelen comprar al vacío, y en consecuencia sucede que sueltan todos sus jugos.
Esto no pasa cuando los empacamos al vacío, pues los jugos se mantienen en la carne. Así, el día que compramos nuestras proteínas, debemos hacer porciones y guardarlas al vacío. De esta forma, tendremos mejor rendimiento y al descongelar, los alimentos estarán frescos, como si los acabáramos de comprar.
Esta forma de almacenamiento no solamente es para proteínas, también funciona para almacenar verduras, salsas y hasta guisados. Además, al quitarles el aire, no existirá contaminación de olores ni sabores.
Ahora hablemos de la importancia de sacarle el aire a la comida. Cuando el alimento no está en contacto con el aire, las bacterias tardan más en empezar a formarse, por lo tanto, este procedimiento provoca una mejor conservación que la que pueden ofrecer recipientes que sí dejan pasar aire.
Finalmente, una razón más para empezar a utilizar esta medida de empacamiento es por la manera en la que ayudan a conservar el sabor de la comida, sin contaminaciones externas y sin que el olor y el sabor se vayan perdiendo con el tiempo.
Se pueden cocinar varias cosas y guardarlas para alguna emergencia, o simplemente para el uso diario. Y es aquí en donde entra la segunda recomendación: cuando vayamos a descongelar los alimentos ya cocinados, la mejor manera de hacerlo es sumergiéndolos en agua, de preferencia a una temperatura de 100 grados, sin abrir la bolsa, ésta se deja en el agua hasta que el alimento esté caliente para servirlo, simplemente se abre la bolsa y se pone en el plato.
Si tienen horno de vapor, lo pueden hacer también dentro de éste. Así evitarán que los sabores salgan hasta que estén calientes y emulsionados en el platillo.
Tips de AM *
Sabías que…
Cuando te lavas las manos es recomendable hacerlo con agua caliente, y con el chorro de agua más caliente que aguantes. Así matarás el mayor número de bacterias posible.
También es importante evitar el uso de jabones en barra, y mejor usar los que tienen dosificadores.
¿Te imaginas todas las manos por las que ha pasado esa barra?
Por Ana Martorell