El calupoh, originaria de México, es una raza híbrida cruza con los lobos, también llamada perro lobo mexicano. Algunos datos históricos revelan que fue domesticado desde tiempos prehispánicos. Restos de estos ejemplares han sido encontrados a lo largo del tiempo en los alrededores de centros ceremoniales como Teotihuacán, -específicamente en la Pirámide dela Luna y el Templo de Quetzalcóatl-, y el Templo mayor.
Los restos del perro de la raza calupoh con más de 500 años de antigüedad, han sido encontrados en Teotihuacán como parte de una ofrenda y junto con sus restos había incluso piezas de oro. Se ha llegado a saber que estos animales no eran usados en cualquier tipo de rituales, sino que al ser un ejemplar imponente y ligado al lobo, lo usaban en ritos dedicados a actividades como la agricultura o la guerra.
Características del lobo mexicano
El calupoh es un perro majestuoso, reconocido incluso por su elegancia y vale destacar que cuenta con un carácter noble, dinámico. Este animal es fácil de manejar y entrenar y puede convivir con otros canes. Posee un frondoso pelo negro y ojos en forma de almendra que suelen ser ámbar o naranja. Algunos pueden tener un poco de pelo gris, como reminiscencia de sus antepasados lobos.
El perro calupoh es considerado una raza activa, con una esperanza de vida de 20 años en promedio. Su tamaño varía entre los 60 cm. y los 75 cm. dependiendo del sexo del animal; son perros más altos que largos y tienen una cabeza grande. Es un animal bastante bien proporcionado.
Los calupoh son algo tímidos y temerosos de los extraños, pero no se muestran agresivos de forma habitual. Son perros muy activos, ágiles y con mucha inteligencia y energía. Resultan perfectos tanto para labores como el pastoreo o para seguirte el ritmo corriendo por el monte.