La limpieza del baño comprende una actividad indeseada pero necesaria: dejar el inodoro impecable. Es que nos causa rechazo utilizar nuestras manos y fregar en el mismo lugar donde van los desechos intestinales de toda la familia. Sin embargo, existe una opción que nos ahorrará tiempo, dinero y también nos evitará usar las manos para tallar el retrete. De esta forma, estará garantizada la higiene de lugar.
En la siguiente guía encontrarás el secreto para que el inodoro quede reluciente, por lo que solo deberás utilizar tus manos para anotar las instrucciones y no para fregar. El primer paso para la tarea de limpieza consistirá en quitar los accesorios, debido a que gran parte de los retretes tienen un colgador de los que añaden perfume al agua cuando tiras de la cisterna, ya que estorbará en el procedimiento.
Una vez que te hayas deshecho de tu colgador u otros accesorios, el siguiente paso consistirá en dejarlos en un lugar seguro, especialmente si se trata de un colgador con líquidos de colores que ensuciarán toda la superficie. Posteriormente debemos vaciar el agua del inodoro, con sumo cuidado de no ensuciar nada que después tengamos que volver a limpiar.
Una vez que no queda agua en el retrete del baño, estará todo listo para aplicar el producto infalible con el que haremos la limpieza adecuada. Si bien podríamos utilizar productos específicos y costosos, lo más recomendable es implementar trucos caseros para no caer en gastos innecesarios. En este caso, podremos introducir lejía, vinagre y/o bicarbonato de sodio.
Con el producto dentro del inodoro, dejaremos actuar el tiempo necesario y después meter la escobilla haciendo presión, lo que contribuirá a que se deshaga la suciedad, sin necesidad de utilizar guantes para fregar con nuestras propias manos. De esta forma, la limpieza de uno de los sectores más difíciles del baño quedará resuelta, con un trabajo admirable.