Tener plantas en casa necesita de un amplio abanico de conocimientos de jardinería, para que el ejemplar crezca en óptimas condiciones. Sin embargo, más allá del buen trabajo, puede que sufran ataques de plagas. Hoy abordaremos los secretos que están detrás de la cinta, denominada científicamente Chlorophitum comosum.
La cinta es una de las plantas de interior más populares, ya que además de bonitas, son resistentes y fáciles de cuidar. Además, desde el plano de la decoración, este ejemplar es uno de los mejores ya que quedan bien en cualquier lugar de la casa: sobre una mesa, en la esquina del living o colgando por el pasillo de la vivienda. Sin embargo, la belleza quedará estropeada ante un color marrón que se exhibirá sobre las puntas de sus hojas.
De acuerdo a especialistas, cuando las puntas de las hojas de la cinta se ponen marrones, se deberá a un mal trabajo de jardinería. Es que esta situación se presenta cuando hay un exceso de sequedad, más allá de que este tipo de plantas no necesiten de una gran cantidad de agua para sobrevivir, pero aún así, deberíamos regalarla un par de veces a la semana (durante el verano) y una vez a la semana en invierno.
Aunque el trabajo de jardinería no suele ser el único causante del color marrón sobre las puntas de las hojas, debido a que unas plagas específicas podrán dañar a la cinta. Se trata de la araña roja, un ácaro que suele situarse en el envés de las hojas, muy difícil de ver a simple vista y que se suele alimentar de plantas que viven en ambientes secos.
Para acabar con la araña roja, se puede utilizar el jabón potásico, un producto que reblandece el exoesqueleto de estos insectos, debilitándolos hasta provocarles la muerte. Después de aplicar el jabón potásico sobre la cinta, es bueno aplicar aceite de neem para proteger a estas plantas de dichas plagas.