Nuestro perro puede tener un comportamiento que, en ocasiones, no logremos entender. Tal es el caso de ingresar al hogar y recibir a nuestras mascotas que nos traen algún objeto. Científicos analizaron esta situación, en la cual los canes traían a sus dueños un juguete, un hueso, una zapatilla o un par de medias, intentando comprender la razón específica.
En lo primero en lo que tenemos que pensar cuando nuestro perro nos recibe con algún objeto en la boca es que quiere pedirnos algo, reclama nuestra atención con algún elemento. Probablemente el comportamiento se deba a querer jugar, ya que a las mascotas les encanta jugar con sus dueños. Por lo que nos pide que se lo arrebatemos e iniciar el juego a modo de persecución.
Además, nos mira con la boca abierta y la lengua fuera, puede emitir un ladrido y saltar a nuestro alrededor, manteniendo la postura. Es una posición muy común cuando el perro reclama el juego a otros perros. Lo cierto es que, sea cual sea la forma de acercarse y el objeto que nos trae, las mascotas van a querer jugar y divertirse, liberando esas energías retenidas.
Distintos estudios han determinado que estas mascotas aprenden a jugar en sus primeros meses de vida. Lo hacen junto a su madre y hermanos, por eso es fundamental que no sean separados antes de las ocho semanas de vida. Jugando entre ellos aprenden las pautas, los límites y también a no hacerse daño.
Con el juego, las mascotas muestran un comportamiento totalmente normal y en un perro es más frecuente esta situación. El perro repite el gesto porque percibe que nosotros lo recibimos bien. Si nos reímos, lo acariciamos, le hablamos o iniciamos un juego estamos dándole un refuerzo positivo. Es la actitud recomendable. Si, por cualquier motivo, justo en ese momento no podemos atender su demanda, ni se nos ocurra reñirle ni mucho menos castigarlo. Tan solo lo ignoraremos.