La demencia y el Alzheimer son enfermedades neurodegenerativas sin posibilidades de recuperación, aunque existen algunos métodos para reducir los riesgos de surgimiento y también de avance. Lamentablemente, según una importante investigación, en un largo plazo gran parte de la población mundial podría padecer estas patologías, marcando un problemático índice de salud a gran escala.
Es que la demencia, causada por el deterioro cognitivo y presentando síntomas progresivos, disminuyendo gradualmente la agilidad mental y desencadenando en la enfermedad de Alzheimer, podría afectar a 153 millones de personas para el 2050, según un artículo de la BBC, basándose en un estudio de The Lancet Public Health.
Este panorama poco alentador para la salud mental se debe principalmente por el envejecimiento y el incremento de la población. Aunque lo cierto también es que, según especialistas, el estilo de vida poco saludable contribuirá al aumento de los casos de demencia y Alzheimer. En concreto, los mismos expertos sugieren atender las altas tasas de tabaquismo, diabetes y obesidad, representando factores de riesgo para estas enfermedades neurodegenerativas, siendo responsables de la proyección realizada por la investigación.
Los datos fueron recogidos de 195 países y tiene como objetivo brindar herramientas en materia de salud a los gobiernos locales para que conozcan el panorama en el año 2050 y tomen cartas en el asunto, intentando dejar obsoleto a este pronóstico. En este sentido, los países americanos que tendrán mayor incremento de demencia serán Nicaragua, donde los casos pasarán de 28 mil a casi 117 mil; Guatemala, cuadriplicando los casos en comparación al año 2019 y Perú, con tasas similares.
En Argentina, Uruguay y Cuba, los resultados de demencia y Alzheimer son alentadores ya que se estima que para el 2050 la región no se encuentre afectada por los altos índices, aunque no se debe descuidar esta problemática de la agenda de los ministerios y secretarías de salud. Por último, es importante decir que las mujeres serán más propensas a sufrir estas enfermedades neurodegenerativas, en un 70% más que los hombres.