La flor de Nochebuena es una de las más características para las decoraciones navideñas. Se trata de una flor roja con grandes pétalos y centro amarillo. Sólo florece en esta temporada y actualmente se tienen sembradíos de ella, porque es una de las más vendidas durante esta temporada.
Su nombre científico es Euphorbia pulcherrima y es una planta también llamada poisentia. Es inofensiva para los seres humanos, pero peligrosa para algunos animales domésticos, como perros y gatos. No existe una raza en particular que se salve de la intoxicación.
Es peligrosa, debido a que la planta posee algunas propiedades que son tóxicas para los animales, por lo que es necesario que seas muy cuidadoso con tu perro, si has decidido tener una de estas especies en casa. Sobre todo si el animalito es curioso y gusta de morder lo que no debe.
¡Aléjalas de ellos!
Si las Nochebuenas son parte de la decoración de tu casa, trata de mantenerlas lejos del alcance de tu perrhijo, porque si por desgracia las ingiere, no pasarás un buen rato. Si esto pasa, acude con su veterinario lo más pronto posible para que te diga qué hacer al respecto.
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Si tienes perros en tu hogar, ya habrás notado, que al colocar alguna planta, corre a olerla y en muchas ocasiones, muerde o hasta se come las hojas. ¡Cuidado!, porque en el caso de las Nochebuenas, estas pueden ocasionar una intoxicación inmediata con solo masticarlas.
Esto pasa, porque la salvia, es una sustancia, que se encuentra en el tallo y las hojas de la Nochebuena son muy tóxicas para los perritos, también para las personas.
¿Cómo saber si mi perro está intoxicado por una flor de nochebuena?
Ante una situación como esta, lo mejor es observar sus síntomas. Si presenta alguno de los siguientes, lo mejor es que busques atención médica:
- Irritación en el hocico, lengua y mucosa.
- Lesiones ulcerativas.
- Intoxicación.
- Esterilización, en el peor de los casos
- Diarrea
- Hiperventilación
- Temblores
- Cansancio
- Deshidratación.
Si tu perro se intoxica con la planta de Navidad, será necesario un examen veterinario que permita evaluar el funcionamiento de los riñones del perro, para descartar posibles complicaciones, pues de no ser así, puede presentar consecuencias como:
- Irritación en lengua y hocico.
- Malestar estomacal.
- Conjuntivitis canina.
- Aparición de úlceras.